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El orquideario de Soroa: culto al amor y a las flores

Según cuenta la historia, detrás de este lugar de incalculable belleza y su rica colección subyace una triste historia de amor.


Este artículo es de hace 8 años

Ubicado en las afueras de Soroa, en el municipio Candelaria de la actual provincia de Artemisa, se encuentra El Jardín Botánico Orquideario Soroa, el sitio de Cuba que posee la mayor y más diversa colección de orquídeas.

Algo singular de este sitio, cuyo origen se remonta a 1943, es que su creación se debe fundamentalmente a la labor de un solo individuo: el abogado de origen canario Tomás Felipe Camacho, miembro de la Sociedad Cubana de Orquídeas, tan apasionado de estas plantas que consiguió poseer una colección de 18 mil ejemplares, de plantas procedentes de América y Asia, incluidos casi todos los Dendrobiums conocidos, híbridos o especies.

Según cuenta la historia, detrás de este lugar de incalculable belleza y su rica colección subyace una triste historia de amor. Tomás Felipe llegó a La Habana con tan solo 13 años. Era vendedor de periódicos cuando conoció a Pilar León, su futura esposa, de la cual quedó prendado de amor. Sin embargo, los separaba el gran abismo que la pertenencia a diferentes clases sociales crea. Camacho trabajó duramente hasta que se hizo abogado y pudo convertirse en esposo de Pilar.

Gracias a los ingresos que le reportaba su trabajo como defensor de intereses de los diferentes industriales azucareros, Camacho pudo permitirse invertir $1 500 000 en una casa, inicialmente destinada al descanso. La muerte en 1943 de su hija a consecuencia del parto hizo que la bautizara con el nombre de Rancho Pinilla, en honor a ella. El posterior fallecimiento también de su esposa fue el detonante para que Camacho dedicase todos sus esfuerzos a rendirles culto a través del cuidado de las flores a las que su esposa profesaba singular devoción, en especial, a la orquídea, su preferida.

Sea una leyenda o sea verídica la historia, el hecho, es que este canario afincado en Cuba se convirtió en un velador, coleccionista y especialista de estas plantas y fue el impulsor de un gran proyecto cuyos resultados trascendieron sus deseos, su tiempo y los caprichos de una climatología que tanto azota la zona.

Los datos de este jardín botánico son más que elocuentes de su riqueza y exclusividad, pues en sus 35 000 m² concentra cerca de 20 mil ejemplares. Dispuestas sobre troncos de plantas vivas, a semejanza de sus hábitats naturales, o protegidas en nueve umbráculos destinados bien a su reproducción, bien a la exposición, se encuentran 130 especies de orquídeas cubanas y alrededor de 700 especies de otras partes del mundo. Un décimo umbráculo, de nombre Orquideograma, expone ante los visitantes la belleza de las orquídeas recién florecidas. A la amplia colección de orquídeas se suman las de crotos, Anthuriums, Begonias y otros representantes de la horticultura que otorgan exquisita belleza al jardín.

Este centro, actualmente adscrito a la Universidad de Pinar del Río y ubicado en la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, desarrolla, además, una importante labor de investigación, taxonomía y preservación de las especies que alberga, en especial, de las autóctonas.

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Marlén González

(La Habana, 1978) Lic. en Filología hispánica y Máster en Lexicografía. Ha sido profesora en la Universidad de La Habana e investigadora en la Universidad de Santiago de Compostela.

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Marlén González

(La Habana, 1978) Lic. en Filología hispánica y Máster en Lexicografía. Ha sido profesora en la Universidad de La Habana e investigadora en la Universidad de Santiago de Compostela.