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La verdadera iglesia de San Francisco de Asís en la Habana Vieja

La iglesia que hoy conocemos con el nombre de San Francisco de Asís (el Nuevo) empieza su vida siendo dedicada a San Agustín. Comenzó a gestionarse la aprobación real en 1608, para situarla en la calle Cuba entre Amargura y Aguiar.


Este artículo es de hace 8 años

La iglesia que hoy conocemos con el nombre de San Francisco de Asís (el Nuevo) empieza su vida siendo dedicada a San Agustín. Comenzó a gestionarse la aprobación real en 1608, para situarla en la calle Cuba entre Amargura y Aguiar.

El obispo fray Juan de las Cabezas Altamirano no esperó la licencia del Real Patronato y pese a los reparos del gobernador, comenzó la edificación; de modo que cuando el Rey preguntó en 1633 sobre el particular, el edificio estaba tan adelantado que hizo forzosa su conservación y disimulable aquel requisito. La construcción debió terminarse a mediados del siglo, pues en 1660 se pidieron limosnas para el aumento, lucimiento y adorno de su iglesia y convento.

Los Franciscanos en Cuba

Los frailes Franciscanos fueron los primeros que se establecieron en La Habana y en 1570 residían en una casa del rico e influyente vecino Juan de Rojas, quien les dejó en herencia para que se hiciera un Monasterio en La Habana. En 1580 el fray Francisco Jiménez, Prior de dicha Orden, adquirió en 400 ducados un solar próximo al mar, lo que los vecinos consideraron un injustificable dispendio y mal uso de lo aportado con sus limosnas. Hasta hoy se conserva en ese sitio lo que aún se conoce como la Basílica de San Francisco de Asís, situada en la plaza del mismo nombre.

¿Qué ocurrió con la iglesia y el convento de San Francisco?

En el año 1841 la Reina María Cristina de Borbón decide cerrar el culto, aplicando la ley española de desamortización. La ley consistía en poner en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían vender, hipotecar o ceder, y que se encontraban en poder de las llamadas ¨manos muertas¨, es decir, la Iglesia Católica y las órdenes religiosas, que los habían acumulado como habituales beneficiarias de donaciones, testamentos, etc.
La iglesia se destinó para almacén, y las celdas de los religiosos se destinaron para alojamiento de funcionarios subalternos y para las viudas e hijos de empleados pobres.

A partir de ese momento la famosa instalación tuvo varias funciones. En 1856 radicó allí el Archivo General de la República y desde 1907 la Dirección de Correos y Telégrafos. En 1992 la Oficina del Historiador de la Ciudad se hizo cargo de la restauración. Dos años después abrió sus puertas como Sala de Conciertos Especializada en Música Coral y de Cámara. El Claustro Norte se abrió en 1995 como Museo de obras importantes y en 1998 se terminó el Claustro Sur que se dedicó a exposiciones transitorias.

¿Qué ocurrió con la orden de los Franciscanos?

Cuando los frailes franciscanos pierden la Iglesia y el Convento de San Francisco por la ley española de desamortización, piden al Regente del Reino la permuta de su capilla, por compensación a la iglesia de san Agustín. El 2 de noviembre de 1842 se emana la Real Orden en la que se accede por el Regente del Reino a la permuta de la capilla antigua de la V.O.T (Venerable Orden Tercera) por la iglesia de san Agustín.

En el año 1844 se destinan varios religiosos de la Orden de San Francisco para que ocupen el convento de San Agustín. El convento se llamará en lo sucesivo ¨Convento de San Francisco¨.

Nuevamente en el año 1866, los franciscanos deben dejar el convento debido a las leyes españolas de desamortización. A mediados de 1896, el Obispo Diocesano dispone el restablecimiento de la Orden de San Francisco en el antiguo convento de San Agustín. Los religiosos OFM (primera orden franciscana, Ordum Fratorum Minorum) se quedan viviendo en el convento y ofician la iglesia hasta 1966.
Debido al mal estado en que se encontraba la iglesia en el año 1919, se comienza a recaudar ofrendas para su restauración. Finalmente, en el año 1923, se restaura la iglesia de San Francisco con el estilo ¨barroco mexicano¨ que presenta actualmente.

Después del triunfo de la Revolución cubana, en el año 1966, los franciscanos deben dejar nuevamente el convento y la iglesia, por decisión del Gobierno. La iglesia se cierra y se suspende el culto católico.
Veintiún años más tarde, se devuelve la iglesia al culto. Los frailes menores ofician la iglesia, pero queda a disposición del Estado el convento anexo.

Entre los años 2002 y 2003 se realizaron importantes trabajos de restauración en la iglesia, por parte de la Oficina del Historiador de La Habana.

El 4 de octubre de 2008 se reabre solemnemente la iglesia al culto. El Cardenal Jaime Ortega la confía a los Frailes Menores Conventuales que actualmente la ofician.

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