El estadio La Tropical, ahora denominado Pedro Marrero, carga con dos maldiciones de considerable peso: es uno de los principales para el fútbol (un deporte que cuenta con cierta hostilidad en tanto pareciera desplazar al tradicional y oficialista béisbol) y además cuenta con un pasado impresionante vinculado a la práctica del deporte profesional, y por lo tanto es difícil de acoplar su imagen en el contexto del deporte revolucionario, aficionado.
Con una superficie de césped natural, una pista de atletismo sintética, una pantalla manual (no eléctrica) para cambiar el marcador, y capacidad en sus gradas para 28 000 aficionados, el estadio ha disfrutado de muy pocas remodelaciones y de escasos remozamientos, a pesar del altísimo valor patrimonial en la historia del deporte nacional, pues se trata de una de las instalaciones deportivas más antiguas del Caribe y está vinculada a la historia del deporte nacional.
El estadio cervecería La Tropical, luego bautizado Pedro Marrero en homenaje a un joven asaltante del Cuartel Moncada, fue sede de todos los equipos de la liga profesional de béisbol entre 1930 y 1946, aunque en la actualidad es terreno utilizado para los campeonatos de fútbol y béisbol de los equipos capitalinos. Además fue sede de la legendaria Copa Bacardí en 1937, de los Juegos Centroamericanos de 1930 y de 1982, además de las Series Mundiales de Béisbol Amateurs entre 1939 y 1943. Después del triunfo de la Revolución fue renombrado Estadio Pedro Marrero.
El estadio La Tropical fue el sustituto del antiguo Almendares Park, que ocupaba el terreno hoy destinado a la Terminal de Ómnibus nacionales. En 1930 el propietario de la fábrica de hielo y de cerveza La Tropical, destinó los recursos suficientes para que se construyera en el entonces municipio de Marianao (La Ciudad que progresa) hoy municipio Playa, un estadio para celebrar la segunda edición de los Juegos Centroamericanos.
A principios de los años cuarenta, el estadio fue sede de la Liga profesional de béisbol, pero a finales de los años cuarenta, su gloria y fama comenzó a eclipsarse cuando se construyó un enorme y moderno coloso, similar a los existentes en las Grandes Ligas, en la barriada del Cerro.
De todos modos, el estadio Pedro Marrero conserva su protagonismo en el deporte cubano, a pesar de la presencia del Estadio Panamericano y del Latinoamericano, que son más modernos y de mayor capacidad, porque los terrenos de La Tropical siguen siendo la sede de los partidos de fútbol locales y de la selección nacional.
La vigencia que conserva el estadio también se debe a su muy accesible y céntrica ubicación en la Avenida 41 del municipio Playa, en La Habana, muy próximo a los célebres salones para bailar, que también siguen teniendo el nombre de La Tropical.
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