Unos 333.000 residentes de la capital cubana están afectados actualmente por los problemas en el abastecimiento de agua, la mayoría debido a los cambios en los horarios y en los ciclos de distribución.
De esa cantidad, 51.000 residentes de la ciudad están recibiendo el líquido con carros cisternas, según informó Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, al presentar ante el Consejo de Ministros la estrategia para enfrentar el abasto de agua durante el próximo periodo seco.
En la reunión, resumida por el diario Granma, se conoció que en enero y febrero el comportamiento de las lluvias se ha mantenido en el 70% del promedio, se prevé que se mantenga así hasta marzo.
Por ello, los cuatro sistemas de abasto de agua a la ciudad, las cuencas Ariguanabo, Sur, Almendares–Vento y Jaruco, presenten un déficit de 1.750 litros por segundo.
La viceprimera ministra, Inés María Chapman Waugh, se refirió a las pérdidas de agua que se producen en las conductoras, pero también las de algunos organismos altos consumidores, “algunos de los cuales consumen casi el doble de lo que deben”, dijo.
En enero pasado, al hacer el balance de trabajo de 2019 de la OSDE Agua y Saneamiento, se informó que la empresa Aguas de La Habana, tiene una eficiencia de bombeo de apenas un 50% de su capacidad, debido a los múltiples salideros de las instalaciones.
En aquel momento, Chapman Waugh, expresidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, afirmó que el embargo de Estados Unidos dificulta la distribución de agua en la Isla e imposibilita lograr un servicio eficiente.
Aunque el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos desarrolla acciones de mantenimiento a las redes y conductoras dirigidas a disminuir pérdidas y aumentar el abasto de agua, estas no son suficientes para frenar el avanzado deterioro de las instalaciones, de por sí bastante antiguas.
Todo ello, sumado a la falta de inversiones durante años, hace que cada vez más zonas de la ciudad requieran pipas para abastecerse.
Esta semana el artista Ariel Díaz, quien reside en ubicado en la calle Reina número 109, en el municipio de Centro Habana, preguntó en su muro de Facebook hasta cuándo él y sus vecinos deben vivir como animales, pues desde hace más de dos meses no reciben agua. Aunque la situación ha sido denunciada ante las autoridades, todo ha quedado en promesas.
El pasado 10 de febrero un grupo de vecinos de las calles Zulueta y Corrales, en La Habana Vieja, cerraron el tránsito en señal de protesta, tras acumular 30 días sin agua potable. La Policía tuvo que acudir a abrir el paso a los vehículos, pues los afectados colocaron una fila de cubos vacíos a lo ancho de la vía.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: