El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) justificó el incremento de las tarifas del agua potable en Cuba, uno de los principales servicios básicos a la población, con los costos millonarios del mantenimiento de los embalses en el país.
Bladimir Matos Moya, vicepresidente primero del INRH, refirió que los embalses son la única manera para acopiar el agua asociada a las precipitaciones en un país como Cuba y, por tanto, el mantenimiento de estas instalaciones se estima en mil millones de pesos al año.
"Esto hace que el costo económico en torno al agua sea alto", aseguró el funcionario cubano.
Para llevar el agua potable hasta sus destinos, el país debe generar 600 gigawatts hora cada año, según los datos oficiales, lo que representa el segundo consumo eléctrico más importante de Cuba.
El funcionario explicó que actualmente hay una diferencia de consumo entre las casas que cuentan con relojes metrocontadores y las que no, existiendo en estas últimas un considerable incremento en la cantidad de agua potable que se gasta.
Una casa con metro consume unos 100 litros del líquido por persona cada día, mientras que las no metradas llegan a consumir hasta 425 litros por persona en una sola jornada, aseguró el vicepresidente primero del INRH.
Con esas diferencias de consumo, el INRH estableció una serie de tarifas para el sector residencial a raíz de la llamada "tarea ordenamiento".
La población mostró inconformidad con las tarifas que el gobierno cubano anunció, por tanto se reajustó el precio y cambió el valor del servicio del acueducto y alcantarillado.
Los hogares que no tengan el servicio metrado pagarán 7 pesos mensuales por persona y los que tengan el servicio metrado deberán hacerlo en dependencia de la cantidad que consuman.
Tras el cambio de las tarifas, una de las mayores demandas estuvo en los edificios multifamiliares que no tienen metros contadores.
"En aquellos edificios multifamiliares que no sea posible su metraje individual por apartamentos se aplica la tarifa del servicio no metrado (7.00 pesos por persona al mes), aun cuando tengan instalado un metro contador a la entrada de la cisterna común", dijo en su momento la presidencia del INRH a través de un comunicado.
Mientras en Cuba se pierde casi el 50% del agua potable bombeada, según algunos estudios científicos, muchos son los lugares del país que reportan un acceso casi nulo al líquido.
Vecinos de la Ciudad Nuclear, en Cienfuegos, se quejaron de no tener acceso al servicio de agua potable desde finales del año pasado. Ante las denuncias y reclamos, las autoridades solo han destinado algunas pipas que no alcanzan para todos los habitantes de la comunidad.
En La Habana, justo donde coinciden las calles Belascoain y Zanja, se acumulan grandes volúmenes de agua sobre el pavimento, lo que genera no solo un despilfarro del liquido, sino que constituye un peligro potencial para choferes y peatones.
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