La viuda del ídolo del baloncesto Kobe Bryant, fallecido con una de sus hijas a finales de enero de 2020 en un accidente de helicóptero, ha presentado una demanda contra cuatro policías y otras autoridades de Los Angeles a los que acusa de filtrar algunas de las imágenes del lugar del accidente y de la muerte del basquetbolista.
El morbo por la catástrofe fue tal que la policía tuvo que vigilar la zona para evitar que fotógrafos y curiosos merodearan por el lugar. Se suponía que las autoridades protegerían la intimidad de la familia, pero no sucedió así.
La muerte del astro deportivo suscitó numerosos reacciones en todo el mundo, mientras su viuda ha intentado reconstruir su vida junto a sus hijas sobrevivientes luego de la tragedia.
La denuncia de Vanessa Bryant también incluye a los ayudantes del sheriff de Los Ángeles que considera que difundieron las imágenes del lugar del accidente donde murieron su marido y su hija. El pasado septiembre la viuda demandó definitivamente al sheriff de Los Ángeles, Alex Villanueva, y pidió daños por negligencia, porque se le causó “dolor emocional de forma intencional” y por la invasión de su derecho a la intimidad.
Ahora, en su perfil de Instagram (donde tiene más de 14 millones de seguidores) Vanessa ha colgado 12 fotografías de la demanda, señalando en rojo los nombres y apellidos de los cuatro hombres a los que acusa.
Además de esos cuatro individuos, la demanda también incluye a varias instituciones: el condado de Los Ángeles, el Departamento del Sheriff de Los Ángeles y hasta los Bomberos de la ciudad.
Los cuatro hombres ya habían sido denunciados en septiembre, pero un juez ha permitido este mes de marzo que sus nombres se hagan públicos.
Los abogados del condado, sin embargo, se quejan de que el hecho de que la identidad de esas cuatro personas se haga pública les puede causar enfrentamientos y ataques, especialmente por internet.
La demanda explica cómo los abogados de Vanessa Bryant hablaron con el sheriff Villanueva la misma mañana del siniestro para pedir expresamente que se protegiera la zona. Ahora, los documentos legales afirman que “los agentes del sheriff que acudieron al lugar del accidente utilizaron sus teléfonos móviles para sacar fotografías innecesarias de los padres, niños y entrenadores fallecidos”.
Los abogados de la familia Bryant también explican que uno de los cuatro acusados “sacó entre 25 y 100 fotos de la escena del accidente en su teléfono móvil, muchas de las cuales no tenían el propósito de servir a la investigación y estaban enfocadas directamente en las víctimas”.
Las truculentas imágenes se difundieron “rápidamente en el departamento, porque los oficiales se las pasaron unos a otros por mensaje de texto y por AirDrop”, una funcionalidad de los dispositivos de Apple que permite compartir archivos de forma inmediata mediante Bluetooth sin pérdida de calidad.
“En 48 horas, al menos 10 miembros del departamento tenían fotos de las víctimas, que permanecieron en sus teléfonos móviles pese a no tener derecho de uso legítimo de las mismas”, asegura la demanda.
Los letrados también se quejan de que las imágenes no solo se compartieron entre miembros del departamento, sino que las mostraron, por ejemplo, a compañeros de otros condados, pero también a sus madres, sobrinos o sus compañeros de partida de videojuegos.
Ponen como ejemplo a un camarero de la ciudad californiana de Norwalk al que los policías le enseñaron algunas imágenes dos días después del accidente, algo que ese hombre contó luego a otras personas del establecimiento. Alguien que escuchó esa conversación fue quien alertó a las autoridades.
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