La bióloga marina Ángela Corvea, creadora del proyecto ecológico y de educación ambiental Acualina, falleció este domingo, dejando tras de sí el dolor de quienes la conocieron y un legado de cultura ecológica en Cuba, una isla con parajes marítimos de incalculable valor.
“Angelita, como muchos la conocíamos, dedicó gran parte de su tiempo a enseñar y generar conciencia en las nuevas generaciones de niños y jóvenes -también de adultos- sobre el cuidado y respeto hacia nuestro planeta”, indicó en su perfil de Facebook el Proyecto Acualina.
Creado el 29 de julio de 2013, el Proyecto Acualina impulsado por Corvea deja una huella de conciencia ecológica en muchos jóvenes y cubanos que participaron de sus actividades y conocieron la pasión de esta bióloga marina apasionada de la conservación de la naturaleza.
Comprometida con la ecología y la conservación de la biodiversidad desde muy temprano, Corvea coordinó desde 1999 la campaña internacional "A limpiar el mundo, salva tu pedacito". Quienes la conocieron, la recuerdan como una mujer “apasionada, constante, buena persona y cariñosa”.
“Su entrega era incondicional, no por un salario, un diploma o una mención televisiva. La movía la convicción de querer aportar sus múltiples granos de arena en la preservación de nuestra casa común. Sin cansarse ni rendirse”, recordó la periodista Raquel Sierra Liriano en una nota necrológica publicada en Tribuna de La Habana.
Sus cenizas, acorde a su voluntad, fueron esparcidas este lunes en “la playita Acualina”, una franja costera cercana al club Náutico de La Habana, según informaron desde el Proyecto Acualina. “Tal y como ella lo había pedido, se esparcirán sus cenizas dentro del agua, en la parte que más ella disfrutaba bañarse con su hija Elisa”, indicaron en redes sociales.
“Su partida tan repentina nos dejará algo tristes, pero la mejor manera de homenajearla es ser ciudadanos más comprometidos con el respeto hacia el medio ambiente, plantas y animales”, señaló la publicación.
Según recordó Sierra Liriano, la pasión de Corvea era contagiosa. “La acompañamos en limpiezas de costa y playas; compartimos baños de mar de su hija Elisa; entregas de esos almanaques, que no sin tropiezos conseguía imprimir para mantener viva a su tercera hija Acualina”.
Presentaciones de libros, actividades de concientización, charlas y “otras acciones a favor del medio ambiente organizadas incluso con representantes del cuerpo diplomático”, formaron parte del compromiso de esta bióloga marina con la preservación de la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
“Era persistente hasta el final, en casi todo, aunque no lo pudo en su última cruzada: averiguar el destino de los círculos sociales de Playa que veía destruirse y ser expoliados desde la cercanía de su casa, en una Habana que la acogió como hija desde su natal Bauta”, reseñó la periodista.
“Que sea su recuerdo un compromiso que no se lleven las olas, una continuidad de todo lo que hizo por la defensa de la costa, las playas y porque cada cual haga lo correcto en el pedacito que le toca”, añadió.
Impulsora del activismo ecologista en Cuba, Corvea no dudó en tejer redes en la sociedad civil cubana y sumar esfuerzos en acciones de conservación del litoral, como la que llevó a cabo para limpiar el Malecón de La Habana.
Con el objetivo de retirar latas y restos de vidrios que hay en esta zona emblemática de la capital cubana, se unieron Moto Eléctrica Cuba (MEC), HabanaSub y Cubanos en la Red, un grupo de rap que también está dedicado a este tipo de proyectos comunitarios.
“Esto es lo que pasa cuando haces un decreto de Bienestar Animal y no sancionas actos de sacrificio animal que ya vemos que pasan incluso del marco religioso a lo político. En esta imagen lo único que se puede apreciar es odio, violencia”, manifestó el Proyecto Acualina en sus redes sociales, enlazando el post del dramaturgo Yunior García Aguilera denunciando el sacrificio de unas palomas en la puerta de su casa, días antes de la Marcha Cívica por el Cambio del 15N.
Ángela Corvea, “una persona especial que dejó huellas que seguir”, como definió un usuario de Facebook en las redes sociales del Proyecto Acualina, dejó una obra perdurable en el amor a la naturaleza y al mar que transmitió a quienes la conocieron y trabajaron con ella.
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