Dos niños se contagiaron de leptospirosis en Holguín tras bañarse en una laguna, reportaron medios oficialistas.
En medio de un incremento de casos sospechosos de esta enfermedad entre octubre y noviembre, los niños infectados, residentes en una zona rural, fueron trasladados rápidamente al hospital pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja, en la ciudad de Holguín, donde se les aplicó el tratamiento adecuado, especificó el doctor Humberto Rivera Almaguer, jefe del Programa de zoonosis, del Centro provincial de higiene y epidemiología, según trascendió en el diario Granma.
Con una tasa de morbilidad de 1.46 por cada 100,000 habitantes -superior a la tasa de 1.22 en 2021- en Holguín han aumentado los reportes de esta zoonosis, que es más común en las zonas rurales porque no hay medios de protección personal para los trabajadores del sector agropecuario.
“A veces trabajan sin zapatos entre el estiércol vacuno y el fango. Otras veces, aunque lleven calzado, laboran en sitios donde abundan los roedores”, dijo Rivera Almaguer quien agregó, incluso, que los habitantes del campo para proteger el calzado, se lo quitan al pasar ríos o charcos, pero cuando eso ocurre, no se protegen los pies.
El baño en lagunas y presas, aguas estancadas, es también otro factor de riesgo para las personas de áreas rurales.
Sin embargo, los de las zonas urbanas no están exentos del riesgo, puntualizó el funcionario. La tenencia de mascotas constituye un riesgo porque los animales se pueden infestar con leptospirosis y cursarla asintomáticamente.
“Lo otro es la tenencia de animales de consumo dentro de la vivienda, con el fin de darles mayor protección ante posibles robos. Esto se ve mucho con el cerdo, que constituye un atractivo para los roedores por los desperdicios de comida que deja. Los roedores acuden a los corrales o a los sitios donde están los cerdos, se alimentan y esparcen la orina”, expuso el hombre como otra forma de contagio por la falta de higienización rigurosa después del contacto con los animales, apuntó.
En la provincia, agregó, no se ha podido vacunar a la totalidad de las personas previstas. De 50,000 solo han vacunado a 26,578 porque no se puede cruzar la vacunación con la que se hace contra la COVID-19.
Ante el riesgo persistente de contraer la zoonosis, el funcionario explicó que la opción más viable es proteger a las personas con mayor riesgo de contraer la enfermedad.
“Es decir, a personas ubicadas en zonas bajas, donde corre agua o se estanca y forma pantanos; a trabajadores agropecuarios y de servicios comunales”, para lo cual continúan la capacitación del personal médico para mantenerlo actualizado y garantizar un diagnóstico precoz oportuno.
A inicios de noviembre, cuando se advertía del aumento de casos de leptospirosis en Holguín, el doctor Humberto Rivera Almaguer, jefe del Programa de Zoonosis, expuso que aunque este padecimiento se transmite fundamentalmente por roedores, la crianza de animales puede ser otra fuente de contagio, mediante el contacto con la orina de especies infectadas como perros, ganado, cerdos o caballos.
En esa ocasión, aunque no precisaron el número de casos activos de leptospirosis, las autoridades sanitarias alertaron a la población sobre la importancia de conocer las medidas de prevención para evitar el contagio, pues la bacteria que la ocasiona puede vivir desde semanas hasta meses en el agua y la tierra contaminadas con la orina de los animales.
También en Ciego de Ávila y Camagüey han trascendido casos de esta enfermedad, algunos de ellos con signos graves, lo que ha hecho sonar las alarmas en esas localidades.
La demora del gobierno para solucionar problemáticas como el escape de aguas albañales, que inciden en la propagación de los roedores, transmisores de esta enfermedad, o la recogida de basura, continúan atentando contra la salud de las personas.
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