La llegada de las redes sociales en Cuba ha favorecido la aparición de youtubers e influencers que comparten contenidos diversos sobre el país, la sociedad y las costumbres de los cubanos, muchas veces desde una mirada crítica, y otras en un tono neutral.
Precisamente, usando ese tono y una aparente y fría objetividad, el usuario de TikTok The Spartan Vlog, quiso compartir con sus seguidores una breve panorámica de cómo es la vida nocturna en la Isla de la Juventud.
Presentando las imágenes como “la vida nocturna en Cuba”, el influencer se adentró en el ambiente de bares y locales de ocio de “un destino desconocido para muchos: la Isla de la Juventud”.
Dijo el precio de “los cocteles en los bares”, pero no dijo en qué bares, cuántos, ni que valoración tienen entre los usuarios. The Spartan Vlog informó que los cocteles pueden costar entre 150 y 300 CUP (entre $1 y $2 para sus seguidores extranjeros, a quienes parecía dirigido el contenido de su publicación).
El influencer aborda otras temáticas en su canal de TikTok, en el que aparece una Cuba con evidentes contradicciones, pero con cierto “encanto”.
Hay calles en La Habana Vieja llenas de basura, pero en sus balcones se tiende la ropa a secarse bajo ese radiante sol tropical. Sol que conocen los carretilleros que salen a ganarse la vida, vendiendo sus productos a precios elevados, pero que permiten a los cubanos acceder a ciertos alimentos.
Así transcurre la realidad cubana contada por The Spartan Vlog. Los precios del pan en la mejor panadería de Cuba (según él) son elevados, pero está repleta de gente. El tema le da para promocionar otra publicación en su canal en la que habla de “los cambios que se van sucediendo en Cuba y la ‘famosa pequeña empresa’”.
Las vistas desde el Hotel del Prado son espectaculares, pero hay que reservar con tres días de antelación. El Malecón de La Habana, donde “muchos van a pescar su comida”, se presenta en un bello atardecer y con melodiosa música de fondo.
Y así, otros muchos videos del influencer adoptan ese esquema narrativo donde la realidad de Cuba asoma de forma pintoresca, con su pobreza y su esplendor a partes iguales.
Basureros, derrumbes, escasez, altos precios, pero una belleza que atrae el turismo y que no se ve perturbada por la represión ni la falta de derechos y libertades que sufren los cubanos en Dictadura.
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