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Fiscal encargado de la investigación afirma que "el copiloto tenía la intención de destruir el avión"

El fiscal de Marsella, Brice Robin, encargado de la investigación del accidente aéreo en los Alpes ha revelado los datos que se han extraído del análisis de la primera caja negra encontrada. Robin ha confirmado que el comandante abandonó la cabina y cuando quiso regresar "el copiloto se negó a abrir la puerta y accionó el botón de descenso por una razón que ignoramos totalmente pero que podría interpretarse como la voluntad de destruir este avión”. Según ha explicado el fiscal, están investigando el entorno del copiloto, Andreas Lubitz, alemán de 28 años, pero "no hay ningún elemento que nos haga pensar en un atentado terrorista". Las víctimas solo se dieron cuenta de lo que ocurría en los momentos antes del impacto.

El copiloto, Andreas Lubitz de 28 años ©

Este artículo es de hace 9 años

En una rueda de prensa, el fiscal de Marsella ha detallado los datos que han deducido los investigadores después de analizar la primera caja encontrada en el lugar del siniestro. Brice Robin ha explicado que han podido rescatar los últimos 30 minutos de las grabaciones.

“En los primeros 20 minutos los pilotos hablan de forma normal, cortés, como en cualquier vuelo”, afirma, “después el piloto prepara el briefing de aterrizaje y las respuestas del copiloto comienzan a ser lacónica, breves, no hay diálogo como tal”.

En ese momento, “el comandante pide al copiloto que asuma el mando y escuchamos el ruido de un asiento que se echa para atrás y una puerta que se cierra, entendemos que se ausenta para satisfacer sus necesidades naturales”.

"El copiloto accionó el botón de descenso"

“Cuando está solo el copiloto, al mando, manipula el botón para accionar el descenso del aparato”, explica, acción que “sólo puede ser voluntaria”.

“Escuchamos varias llamadas del comandante pidiendo entrar a la cabina con un interfono que tiene una cámara, se identificó pero no hubo ninguna respuesta, llamó para pedir que se le abriese y no responde, escuchamos una respiración humana hasta el impacto final, lo que significa que, a priori, estaba vivo”.

Robin ha explicado también que “escuchamos golpes violentos como para intentar echar abajo la puerta, blindada para proteger ataques terroristas”.

Voluntad de destruir el avión

“La interpretación a día de hoy, lo más plausible, es que el copiloto, mediante una abstención voluntaria se negó a abrir la puerta al comandante y accionó el botón que ordenaba la perdida de altitud por una razón que ignoramos totalmente pero que podía interpretarse como la voluntad de destruir este avión”, afirma el fiscal.

"No hay elementos para pensar en un atentado"

El responsable de la investigación ha explicado también que han pedido a las autoridades alemanas que se investigue el entorno del copiloto, Andreas Lubitz, alemán de 28 años, y que por el momento"no hay ningún elemento que nos haga pensar en un atentado terrorista" y que en el momento del impacto no había nadie más en la cabina.

Las víctimas se dieron cuenta en el último momento

Robin ha explicado que ha trasmitido estos datos a los familiares de las víctimas y les ha explicado que los pasajeros “solo se enteraron de lo que ocurría en el último momento, los gritos se escuchan en el último momento antes del impacto”.

Fuente: Noticias Cuatro

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