Crece el interés comercial de Texas en Cuba

Con un verdadero espíritu vaquero, hombres de negocios del estado de Texas ven a Cuba como la nueva frontera, en relación a la apertura de la isla hacia la inversión extranjera, así lo comentó el diario estadounidense Dallas News.

Los negocios en ese estado sureño abogan por generar ofertas de trabajo y millones de dólares a través del comercio con el país antillano, a medida que este normaliza sus relaciones de todo tipo con los Estados Unidos.

Texas pudo presenciar un impacto económico total de 43 mil millones de dólares y más de 200 nuevas formas de trabajo tras el incremento de exportaciones y otros tipos de intercambio con Cuba, de acuerdo con un reporte reciente de la Universidad A&M de ese estado.

Para impulsar los esfuerzos iniciales de esta relación, el gobernador texano Greg Abbott se encuentra encabezando una amplia delegación empresarial de ese estado, que arribó a la isla este lunes.

De acuerdo con Dallas News, la misión texana pasará tres días en La Habana y sostendrán encuentros con oficiales como el Ministro de Comercio y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, y los directivos del Puerto del Mariel, de la Cámara Cubana de Comercio y de dos empresas estatales cubanas, Alimport y Cimex.

Según la consultante de la compañía TexasOne, Cynthia Thomas, quien coordinó el viaje de la delegación texana, el número de comerciantes y hombres de negocios interesados en Cuba incrementó considerablemente desde el restablecimiento de la relaciones entre ambas naciones.

“No puedo describir la cantidad de llamadas que recibo de todo el estado, de todo tipo de negocios con todo tipo de ideas, queriendo entrar en el mercado cubano”, dijo Thomas, quien trabaja además en las exportaciones de esa compañía.

Thomas, quien ha visitado la isla unas 39 veces desde el 2000, estima que ha ayudado a compañías texanas a vender 85 millones de dólares en bienes a Cuba en los últimos diez años (principalmente leche en polvo y algodón).

Actualmente, las empresas de Texas centran sus exportaciones a la isla caribeña en productos como pollo congelado, maíz y alimentos derivados de la soya, ya que el gobierno estadounidense permite el flujo de medicinas, alimentos y bienes relacionados con la agricultura bajo una excepción humanitaria al embargo.