Desde hace cinco años Juan Alexander Morales lleva a cabo una batalla contra la agencia empleadora Selecmar, que lo tuvo por 17 años contratado como marinero. Su traumática historia comenzó en China cuando llevaba a cabo un día normal y sintió que su cervical sufrió como una especie de fractura.
Cuenta Alexander a CiberCuba que al regresar a Cuba, durante la travesía, sintió muchos mareos y deseos de vomitar y por tanto no podía moverse. Le pusieron una inyección y mejoró un poco y se reincorporó a trabajar. Luego sufrió una caída y los síntomas se agravaron y ele dieron unos días de reposo.
Cuando llega a Cuba Alexander es desenrolado para realizarle estudios médicos y la doctora pone en el resumen que su caso era “preexistente por presentar mareos y vómitos” sin haber hecho un diagnóstico, lo cual ha servido de arma a la compañía empleadora para no pagarle la indemnización que considera el marinero, le corresponde.
Pidió el certificado médico que dice que está apto para navegar y sus superiores le dicen que ellos no lo tienen, incluso que lo habían enrolado con anterioridad sin ese documento.
“Eso es incierto porque debes tener ese documento, si no, no puedes navegar, y yo que salí de Cuba por avión, no podía salir sin él”, asegura.
Con ese documento Alexander podía demostrar que anteriormente estaba sano y que sus lesiones fueron durante su último viaje, pero nunca apareció, cuenta.
Al realizarle las pruebas se supo que tenía siringomielia, un trastorno en el cual se forma un quiste dentro de la médula espinal, pero en este caso no era común sino por accidente.
Desde ese momento estuvo 21 meses esperando a que le dieran una respuesta y la comisión de peritaje analizara su caso. Durante todo ese tiempo no percibió salario alguno.
A la comisión de peritaje llegó en el 2014 por sus propios medios, ya que las autoridades se desentendieron de su caso y el diagnóstico que recibió allí fue que le otorgaron la invalidez total por su enfermedad. Sin embargo al dejar por escrito que las lesiones “podían ser del 2010” y que la doctora de la embarcación había dicho que “había una preexistencia” le niegan los 60 mil dólares estadounidenses que le corresponde por compensación.
“Estuve 17 años dando el 80% de mi salario en dólares estadounidenses al Gobierno y la compañía empleadora usaba el 12.5% para mi seguridad social, ¿cómo a mí me van a pagar 270 pesos cubanos”, se pregunta este cubano que asegura haber ido a todas las instancias judiciales y gubernamentales y no recibir una respuesta a su favor.
“Están violando sus propias leyes”, dice convencido de que él tiene la razón y en algún momento encontrará justicia.
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