Un cubano residente en Madison, Wisconsin, fue detenido por vender ilegalmente aves migratorias, según informes de las autoridades.
A Jorge Luis Iglesias, de 60 años, se le imputan tres cargos por la venta ilegal de Grassquits de cara amarilla -conocido en Cuba como tomeguín de la tierra- el 21 de abril, el 5 de mayo y el 29 de diciembre de 2020, señaló en un comunicado el Departamento de Justicia de Estado Unidos.
El detenido hizo una comparecencia inicial ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. en Madison, el pasado 15 de noviembre, por tres cargos de violación de la Ley de Tráfico de Aves Migratorias, a raíz de una acusación del gran jurado federal presentada el 12 de octubre pasado.
Si es declarado culpable, el acusado enfrentaría una sanción máxima de dos años de prisión federal por cada cargo.
Iglesias se encontraba detenido en espera de una segunda audiencia programada para el pasado 17 de noviembre.
Los cargos contra él son el resultado de una investigación del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, el Departamento de Recursos Naturales de Wisconsin y la Comisión de Conservación de la Pesca y la Vida Silvestre de Florida, indicó el comunicado.
En Cuba, sin embargo, el contrabando de aves migratorias no es un hecho infrecuente.
La caza y venta ilegales de aves que arriban a la isla en oleadas migratorias se han incrementado y en redes sociales los cazadores furtivos ofrecen pájaros que capturan con jaulas trampa, o mediante redes o mallas, en las que quedan atrapadas más aves.
Especies como los azulejones y los degollados se están vendiendo a entre 400 a 600 pesos, mientras que las mariposas llegan hasta los mil pesos.
Aunque estos crímenes tienen un impacto negativo en las poblaciones de varias especies de aves migratorias y pese a que, en 2020, el gobierno cubano aprobó un plan para la prevención y enfrentamiento de los delitos que afectan los recursos forestales, la flora y la fauna silvestre, continúan impunes la caza y venta de aves.
A finales de 2021, el Cuerpo de Guardabosques (CGB) en Ciego de Ávila, denunció que en áreas protegidas de Cayo Coco, uno de los principales destinos turísticos del país, se estaban extrayendo especies de aves. De acuerdo con el reporte, se produjeron delitos de captura, tenencia y comercialización de sinsontes, tomeguines del pinar y de la tierra, azulejos, cabreros, negritos y mariposas, entre otras aves.
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