La cubana Iliana Iglesias descubrió que el arroz que compró está plagado de unas misteriosas bolas negras, y no sabe si se trata de un paquete "todo incluido" o un experimento científico disfrazado de alimento.
Decidida a desentrañar el misterio, Iglesias se dispuso a separar las sospechosas bolas y quizás, cocinarlas para hacer un nuevo platillo, pero ¡sorpresa!, no logró descifrar qué eran.
Con gran audacia, la cubana decidió cocinar el arroz con menos agua, tratando de obtener un alimento agradable a la vista y el paladar, pero no hubo modo de impedir que se formara una especie de torta.
"Hay que comérselo", aseguró resignada
La mujer se tomó el asunto con una dosis de humor y sarcasmo y plantea la teoría de que los "masterisísimos" están llevando a cabo experimentos en Ciencias Ocultas, poniendo a prueba la inteligencia y la paciencia del cubano de a pie.
¿Hasta dónde llegará la capacidad de adaptación a situaciones absurdas y el ingenio para resolver problemas culinarios? Esa es una pregunta que por el momento no tiene respuesta.
La situación alimentaria en Cuba es precaria y el gobierno es incapaz de satisfacer las necesidades de la población a través de la cuota racionada.
Este mes en La Habana, tuvieron que completar la venta del cereal con paquetes de un kilogramo, porque en un primer momento se vendió solo una parte del producto.
Muchos cubanos deben adquirir el arroz a sobreprecio en el mercado informal, porque en tiendas y mercados estatales hay desabastecimiento, en parte por la decisión gubernamental de topar el precio de compra y venta, lo que desmotiva a los campesinos y productores del país.
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