El padre de Leandro Naun Hung, párroco de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, continúa evolucionando favorablemente y recuperándose de las heridas provocadas durante el violento robo sufrido en su vivienda.
El anciano, que recibió un machetazo en la cabeza entre otras lesiones, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. No obstante, los médicos consideraron que la herida no llegó a provocarle daños cerebrales.
“Papá saliendo de la consulta del neurólogo. Ahora fisioterapia y paciencia. JPC (Jodido Pero Contento)”, dijo el párroco en una publicación de sus redes sociales en la que compartió un video de su padre saliendo de un centro hospitalario y descendiendo una escalera sin ayuda de sus acompañantes.
A principios de junio, los padres de Naun Hung fueron víctimas de un violento robo en su vivienda durante la madrugada. El incidente tuvo lugar cuando tres individuos delgados y enmascarados ingresaron a la casa de la familia y comenzaron a robar en el interior de la casa.
Los asaltantes se encontraban saqueando la nevera cuando la madre, en busca de agua, los descubrió en la cocina. Ante la sorpresa, los delincuentes reaccionaron violentamente, atacando a la madre y propinándole patadas mientras se encontraba en el suelo.
Al percatarse de la situación, el padre acudió en ayuda de su esposa y recibió múltiples golpes y un machetazo en la cabeza. La intervención de la madre, quien logró escapar del filo del machete, evitó que el incidente tuviera consecuencias aún más trágicas.
"Nos levantamos con miedo a hablar para no ofender, a pensar para no ser distintos y ser arrojados fuera del grupo… y nos acostamos con miedo a ser sorprendidos en la noche, en medio del sueño, y perder la vida en un segundo. El terror es un virus que se ha ido apoderando de nuestras vidas", afirmó el religioso.
Días después, las autoridades cubanas anunciaron la detención de los autores del robo en una nota publicada en el perfil de Facebook del usuario "Santiago de Cuba al día", indicando que se trataba de tres hombres que habían confesado el hecho.
"Dos de ellos con 21 años de edad y uno con 27 años. Los tres con pésima conducta social y dos, con antecedentes por este mismo tipo de delito", precisó la publicación.
El sacerdote dio las gracias a todos los amigos y personas de buena voluntad que oraron por la sanación de sus papás, y que animaron a su familia con cientos de mensajes llenos de amor y fe a través de las redes.
Ante la ausencia de un registro púbico oficial sobre los diferentes delitos que se comenten en Cuba, y la falta de operatividad de la policía, los ciudadanos utilizan las redes sociales para denunciar situaciones como estas, exponiendo el estado de desprotección que sufren, frente a ladrones y bandidos.
En los últimos tiempos, el número de acciones violentas, robos con armas blancas y otras acciones preocupan a la población, que consideran que las autoridades deben hacer más por mantener controlados a los malhechores, en vez de destinar recursos para reprimir a opositores y activistas pacíficos.
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