Un fenómeno atmosférico poco común conocido como "Pileus iridiscente" sorprendió el viernes a los residentes de Güira de Melena, en la provincia cubana de Artemisa.
Este espectacular fenómeno se produjo al oeste de Güira de Melena, cuando se formó una nube pileus, resultado de intensas corrientes ascendentes en una nube de tormenta que interactuaron con el aire más húmedo en altitudes superiores, explicó el observador meteorológico Raydel Ruisanchez en Facebook.
Afirma que ese aire más húmedo se enfrió y alcanzó su punto de rocío, lo que dio lugar a la formación de gotas de humedad o cristales de hielo en la nube.
Lo que hace que el Pileus iridiscente sea tan sorprendente es que estas gotas de humedad o cristales de hielo en la nube actúan como prismas naturales cuando son atravesados por los rayos del sol.
Esto provoca la difracción de la luz, lo que resulta en una hermosa exhibición de colores en el cielo, aclaró.
El avistamiento de este fenómeno atmosférico poco común causó asombro entre los residentes locales, quienes lo calificaron de espectacular.
Las imágenes posteadas por Ruisánchez muestran el fenómeno, que combinó colores como el amarillo, verde, rosa y azul.
El Pileus iridiscente es un fenómeno poco común que recuerda la belleza y la complejidad de los fenómenos naturales que pueden ocurrir en nuestro entorno gracias al efecto de la luz.
En enero otro singular efecto óptico en el cielo parecido a una estela de fuego generó asombro entre los residentes de Matanzas.
"Caballero, eso parece un meteorito entrando a la tierra", dijo sobre el mismo el fotógrafo Leonel Rufín Alfonso, que publicó las imágenes en el grupo de Facebook "Ciudad de Matanzas en Fotos".
Se trataba de una estela de condensación, nubes de hielo en forma de largas líneas, que surgen en ocasiones al paso de un avión por condensación del vapor de agua contenido en las emisiones de los motores.
El tono anaranjado y rojizo en este caso se debe a la iluminación procedente de los rayos del sol.
En Santiago de Cuba también se vivió el pasado año otro espectacular efecto conocido como “cielo dividido”, en el que se vio el cielo fragmentado en dos tonalidades: de un lado azul y del otro rosa.
El efecto se conoce como “cielo dividido” y se produce cuando "una nube con desarrollo se interpone entre el sol y nosotros", provocando una gran sombra vertical. "El Sol debe estar bien bajo en el horizonte para que ocurra", explicó un meteorológo de esa provincia.
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