La actriz cubana Mónica Alonso , quien lleva dos décadas viviendo en España , ha contado que regresó a vivir a Cuba durante un tiempo, pero ha admitido que durante esos casi dos años en la isla le resultó a un nivel económico imposible sostenerse, según reveló en entrevista. con Cubanet .
El regreso a Cuba para Mónica Alonso, que partió hacia la isla en compañía de su hija Habana, fue un intento de búsqueda de "oxígeno" en un contexto madrileño en el que llegó a sentirse saturada.
“Fue en el momento de saturación de aquí de Madrid, donde sentí que la ciudad me estaba superando. De Cuba me estaban llamando para hacer cosas, y el mismo día que mi hija Habana cumplió cinco años, nos fuimos a Cuba. Y bueno, allí trabajé como actriz”, explicó, aunque admite que al cabo de los meses ya deseaba regresar a España.
“Ya estaba deseando volver 'a poner copas aquí'. Un nivel económico allí era imposible. Me fui (a Cuba) buscando como un poco de oxígeno” , relató Alonso.
Una vez que se hartó de las circunstancias, al cabo de un año y ocho meses de estancia en Cuba, tomó la decisión de regresar a España. No obstante, reconoce que de algo le sirvió la estancia, porque regresó a la nación ibérica “renovada”.
Interrogada sobre su llegada inicial a España, ocurrida apenas un par de años después de la emisión de Doble Juego en Cuba, la actriz asegura que tampoco fue fácil.
“Llegar a España fue para mí encontrarme con las dificultades […] de cierto modo Cuba te crea como una especie de zona de confort que es muy tramposa. A nivel profesional tiene un techo, tal vez bajo, tal vez cómodo, pero sí te crea una zona de confort a nivel familiar en primer lugar y luego a nivel profesional” , explicó.
A la separación familiar, a ese “rompimiento con el eje de tu familia, de tus tradiciones”, la actriz sumó la ruptura con su vida profesional, pues rápidamente entendió que en España pocas personas vivían de la actuación.
“Fue como terminar una vida y comenzar otra” , cuenta la actriz, que dejó entrever en sus declaraciones que recibió propuestas que interferían con su moralidad, algo que dice que no aceptó.
“Entonces era o haces esto o no trabajas, pero además de una manera descarada; cosa que no me había pasado nunca en Cuba [...] Y claro, todo eso me dejó muy dolida, frustrada, no saber para dónde coger, porque es que yo no había estudiado nada más en toda mi vida. "Yo no quería adaptarme a cosas que interfirieran en mi moralidad, y tuve que adaptarme a otras que sí interferían en mi comodidad profesional ", detalló.
Las circunstancias la llevaron -como a tantos otros actores cubanos emigrados- a trabajar en bares de copas, en discotecas, en tiendas de ropa entre otras cosas. También optó por reinventarse profesionalmente: estudió medicina china, se hizo monitora de pilates, estudió yoga y nutrición.
"Luego también creé una especie de método para los bailarines clásicos, que lo pude desarrollar en varias ciudades de Europa, que era como actuación para los bailarines, para que no fuera un mero instrumento de un coreógrafo, sino para que pudiera sentir a la hora. de bailar. Fui budista un tiempo, vegana 16 años", relata Alonso, quien tiene claro que España la hizo mujer porque llegó siendo casi una niña.
Mónica Alonso se prepara ahora para participar como actriz en dos cortometrajes en 2024. Uno lo está escribiendo Arturo Infante a partir de una idea original de ella y lo va a dirigir Pavel Giroud. El otro lo está coescribiendo con Joseph Ross.
Recordada por su entrañable papel de adolescente rebelde en la telenovela Doble Juego, Mónica Alonso Solares cumplió el pasado 25 de octubre 41 años. Es graduada de ballet clásico en la Escuela Nacional de Ballet Clásico y artes dramáticas en la Escuela Nacional de Arte (ENA).
Aunque su papel protagónico para la serie Doble Juego es uno de sus personajes más recordados, también actuó en otros programas de la televisión como la miniserie El almendrón , la serie de ficción Polvo en el viento o la telenovela Oh La Habana. Además participó en videoclips como Cimarrón , de William Vivanco; o Llórame un río , de Descemer Bueno.
En la gran pantalla ha tenido papeles tanto en cortosmetrajes como El tiempo de un suspiro o Teléfono enfermo; y en largometrajes como Perfecto amor equivocado o Esteban y el piano .
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