La empresa Ural, perteneciente a la corporación estatal Rostec, de Rusia, envió a Cuba 15,000 lámparas LED que serán destinadas al alumbrado público en La Habana.
El proyecto, desarrollado por orden del gobierno del presidente Vladimir Putin, tuvo en cuenta las características climáticas de la isla tropical y pretende “modernizar el alumbrado urbano de las calles” de la capital cubana, según un comunicado de la compañía rusa.
Las luminarias son resistentes a las subidas de tensión, a las elevadas temperaturas del aire, la exposición a la luz solar directa y la alta humedad, describe la nota.
Especialistas de la planta óptico-mecánica de los Urales E. S. Yalamov (UOMZ) diseñaron la moderna línea de lámparas, para las que desarrollaron una “óptica secundaria original, que garantiza una iluminación uniforme de la calle de acuerdo con los requisitos cubanos para el alumbrado de vías y aceras”.
Vadim Kalyugin, director general de Shvabe, el holding empresarial al que pertenece Ural, afirmó que con este proyecto contribuyen “al desarrollo de la infraestructura urbana de La Habana”.
Las luminarias que llegarán a Cuba “consumen un 90% menos de energía que las lámparas incandescentes y producen la misma cantidad de luz”, aseguró el funcionario ruso. “Las lámparas permiten sustituir equipos obsoletos y, por tanto, hacer que las calles sean más luminosas, cómodas y seguras”.
La nota no precisa si el suministro del lote de luminarias obedece a algún acuerdo comercial entre los gobiernos ruso y cubano, pero su anuncio llega en la misma semana en que se conoció que el Kremlin flexibilizará las condiciones de pago de la millonaria deuda contraída por La Habana.
En días pasados, el presidente Putin dio luz verde a la modificación de los acuerdos de crédito entre ambos países, para reestructurar la deuda acumulada por el régimen cubano, que asciende a 277,2 millones de dólares, y otorgarle condiciones más favorables para el pago.
El régimen cubano dejó de pagar los préstamos estatales proporcionados por Rusia desde inicios de 2020 y, en septiembre de ese año, solicitó a su viejo aliado una reestructuración de la deuda (entre 2020 y 2021 Cuba dejó de desembolsar por concepto del pago de la deuda y los intereses $57 millones de dólares).
El envío de los modernos equipos de iluminación fabricados por la industria rusa se produce en un momento en que Cuba enfrenta una profunda crisis energética, con apagones diarios que afectan hasta el 44% del territorio nacional y un aumento del precio de la gasolina superior al 400%. Asimismo, se ha producido un drástico recorte en el alumbrado público.
En el último año, el régimen ha aplicado medidas extremas de restricción en el uso de energía, como la desconexión del 74 % del alumbrado público y apagones prolongados a lo largo y ancho de Cuba.
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