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Osvaldo Rodríguez: "Yo creía en la Revolución y no lo niego, pero la política me dejó de interesar"

El cantante recuerda cómo, en sus comienzos en Cuba, le ponían pegas para actuar en televisión, "para no herir la sensibilidad del público".


Este artículo es de hace 6 años

(Yani Gil).-CiberCuba entrevista al arreglista, compositor y cantante cubano Osvaldo Rodríguez (Los Arabos, Matanzas, 9 de junio de 1949), Disco de Plata en 1978, cuando fue elegido como el artista más popular del año y Gran Premio en el XII Festival Mundial de la Canción Popular, celebrado en Tokio, en 1981 con Digamos qué más da. Con este portal de noticias no ha rehusado tocar temas espinosos como el de sus canciones dedicados a la Revolución. "Yo creía en ella y no lo niego, pero la política dejó de interesarme cuando vine para acá (Miami)".

El también maestro de vocalización y guitarra, director y productor artístico tiene una carrera a sus espaldas de 52 años. De hecho, este año su grupo Los 5U4 cumple medio siglo de fundado. En esta entrevista, Osvaldo Rodríguez asegura que canta desde que era niño y tiene uso de razón. También aclara que defiende todas y cada una de sus canciones.

De su niñez, Osvaldo Rodríguez recuerda que él vivía a la salida de su pueblo, Los Arabos, y solía recoger latas de los basureros que había pegados a las casas porque para él, todo lo que sonaba tenía música: "Desde el canto de los pájaros y los gallos hasta el sonido medio ahogado de los trenes de pasajeros y de los que pasaban cargados de caña por las mañanas. También el claxon de los carros. Todo. Se me quedaban esos sonidos grabados y yo era capaz de reproducirlos", comenta.

Las latas de su infancia

Las latas del basurero de su pueblo fueron así su primer instrumento. "Yo hacía una hilera de latas, como si fueran teclas de un piano o los flejes de las marimbas. En mi familia no había mucha tradición de músicos y todos los días me botaban las latas y al otro día yo volvía con las mismas latas que me habían botado. Llegué a reproducir el sonido del Manisero. Ese fue el primer sonido que yo hice", explica.

De esos años de infancia, recuerda que cantaba en el colegio las canciones de Pedro Infante, de Jorge Negrete, Amalia Mendoza o Antonio Aguilar y por supuesto, México lindo y querido. Por esa época escuchaba con devoción, durante una estancia en La Habana, la música que ponían por radio y hoy da gracias a esa hobby suyo porque gracias a él conoce las canciones de Beni Moré. Sin embargo, la cosa cambió cuando regresó al campo. Ya no había radio. Fue entonces cuando él compuso, a los 8 años, su primera canción. Lo hizo jugando a que estaba oyendo y cambiando el radio. (En este punto canta la canción).

Soñando con la radio

Osvaldo Rodríguez asegura que él nunca interpretó su invidencia como un impedimento. "Si lo hubiera hecho nunca habría llegado hasta donde he llegado". Desde que era un niño, su aspiración era oírse a través de la radio. "Soñaba con que algún día yo pudiera escuchar mi voz en la radio", recuerda.

Con el tiempo sus sueños se hicieron realidad. La primera vez que le grabaron algo, cuenta que le sorprendió escuchar su voz. "Me pasó como le pasa a todos, que me pregunté: ¿Pero ese soy yo?"

También recuerda que la primera canción suya que sonó en la radio no la cantaba él. Por esa época Osvaldo Rodríguez integraba el Cuarteto Voces del Trópico y las cantantes eran Bertica, fallecida hace unos años, y Amelia.

También cantó en programas en vivo, en los años 59 y 60, pero de esas actuaciones no guarda recuerdo porque admite que no le daba tiempo a escucharse. Sí tiene grabadas en su memoria las canciones de trova que empezaron a reproducirse en Radio Rebelde, a finales de los 60. Entre ellas, Soy amigo de cantar, Ciego de Nacimiento o Cuando no estás aquí.

La escuela

De su formación, Osvaldo Rodríguez reconoce que tuvo la suerte de que su abuelo se enteró de que había en La Habana una escuela para ciegos, creada por el señor Manuel Varona Suárez. Era la única de su tipo en el país y él estudió allí desde 1954, cuando tenía 5 años, hasta el año 1966. "Yo lo pasé mal porque venía del campo, había estado en La Habana de pasada y fui a caer a Marianao (calle 82 y 41). Mi madre se fue de la escuela sin decírmelo porque ella sabía que cuando yo me enterara, el río de lágrimas iba a ser tremendo. Ése fue uno de los días más tristes de mi vida, pero le agradezco mucho a mi madre, a mi abuelo y a los profesores de la escuela, que ese día me enseñaron el camino que yo debía empezar a recorrer".

Osvaldo Rodríguez hizo la secundaria en una escuela normal. "Ahí pasé mil trabajos al principio porque el sistema Braille, era más lento que el que la escritura normal con el lápiz y la libreta, pero siempre tuve buenos amigos que me ayudaron".

Él recuerda que a los 12 años, comenzó a viajar solo porque su madre no podía ir a recogerlo a la escuela. "La primera ruta que monté solo fue una ruta 88 desde Maternidad Obrera, con mi primer bastón de guayabo. (En este punto canta, Se me perdió el bastón).

Los tropiezos

Aunque la escuela lo preparó para la vida, Osvaldo Rodríguez reconoce que tuvo sus tropiezos. Uno de ellos, que él recuerda como uno muy grande, fue cuando formaba parte del Cuarteto y actuaron en el programa Álbum de Cuba. "La directora del programa le pedía a Amelia que hiciera gesticulaciones y movimientos que ella no conocía. Fue una cosa triste, difícil, que personas en el medio artístico nos obligaran a hacer eso porque éramos jóvenes".

Ese tropiezo quedó atrás porque Osvaldo Rodríguez y su cuarteto siguieron insistiendo. Y lo hicieron pese a que les pusieron impedimentos de actuar en televisión porque decían que "podían herir la sensibilidad del público".

Las canciones de la Revolución

Osvaldo Rodríguez no rehúsa hablar de las canciones que escribió inspirado en la Revolución: La Marcha del Pueblo, Que viva mi bandera o Viva la Revolución. Las tres se convirtieron en himnos hechos por un hombre que con el tiempo se convirtió en 'un traidor a la patria'. El cantante asegura que escribió una canción sobre eso, porque a él lo inspira todo lo que ocurre en su entorno.

La canción Que viva la Revolución fue compuesta en el año 79. "Yo la hice porque yo creía en la Revolución y no lo niego. Aquí hay muchas personas que han creído y después han dejado de creer. Es el paso de la vida la que te enseña y te demuestra el cambio que tienes que dar o te reafirma lo que tú. "A finales de diciembre del 78, fui a Camagüey a la emisora Cadena Agramonte. Ellos sabían que yo tenía una canción que todavía no se escucha y querían que la cantara, pero me dijeron que había que consultarlo con el Departamento de Orientación Revolucionaria (DOR) porque en Cuba aunque se hicieran canciones que defendían a la Revolución, no se podían poner sin permiso. Funcionaban así las cosas en Cuba".

De La Marcha del Pueblo, Osvaldo Rodríguez recuerda que esta canción nació cuando él era el artista más conocido de Cuba y estaba en el boom de su momento.Lo llamaron y le dieron la letra de la canción que ya estaba escrita y le dieron la posibilidad de que le pusiera música aunque finalmente se decidieron por la que le había puesto José María Vitier. Luego le consultaron si quería cantarla y él dijo que sí. "A mí no se me habría ocurrido si hubiera sido de otra manera", asegura.

También recuerda que el que hizo el vídeo de la canción del XX aniversario de la Revolución llegó a Estados Unidos antes que él. "Yo entiendo que por una parte haya dolor, pero por otra hay cierta aberración que no debería ser. Creo que deberíamos mirar la vida desde otro punto de vista. Yo soy músico.La política me dejó de interesar cuando yo tomé el camino de venir para acá (Miami)."

A quienes le critican y hieren, el cantante advierte de que él también tiene su corazón en el pecho. "No solamente voy a recibir. Voy a dar también".

Osvaldo Rodríguez tiene claro cómo fue decepcionánse de la Revolución. Cuenta que una vez estuvo en una fiesta de una ECOI (empresa de la construcción en Matanzas) y vio a los trabajadores con pergas de cervezas y bocaditos con aromas de queso, mientras los sindicatos disfrutaban de una fiesta paralela en un segundo piso con botellas de Havana Club, cerveza y comida de alta cocina. "No hay que ser ciego para darse cuenta".

También fue determinante el famoso Proceso de Rectificación de Errores, en el que nada se podía rectificar sin autorización de los mismos que autorizaban su canción dedicada a la Revolución en Camagüey. "Entonces empecé a hacer canciones más disidentes como el Rap de mis vacaciones, que hice en el año 91".

"Mi vida es la música. Yo no tengo nada que ver con política, ni presidente de República y estoy registrado como independiente, para votar cuando me dé la gana y por quién me dé la gana", recalca.

Sobre las relaciones de Cuba- Estados Unidos, Osvaldo Rodríguez destaca que la Isla está dando ciertos pasos y él considera que en Estados Unidos deberían darse otros "para que el entendimiento entre los cubanos sea de verdad".

"Yo tengo algo de la izquierda, todavía, pero no es mucho lo que me queda. Soy como soy, pero yo prefiero componer y tocar la guitarra".

Sobre el nombramiento de Miguel Díaz-Canel, como nuevo presidente de Cuba, Osvaldo Rodríguez aclara que él quiere el bien para Cuba, donde aún le queda familia y buenos amigos. "No quiero que haya líos, tragedias".

Siobre el futuro, el cantante dice que él ya está viejo y que "prácticamente no tiene mañana", pero le aconseja a los jóvenes que "el pasado, pasado es". Así que pide entendimiento entre los cubanos, que cada quien respete las ideas del otro, que haya diferencias de pensamiento, pero que todos se sientan respetados. "Eso es importante", concluye.

Discos en Miami

El cantante se deshace en halagos hacia su disco acústico Puesta de sol (2015), editado y grabado por su amigo Jorge de Feria. En este álbum hay una muestra de los muchos registros de su vos, a pesar de que Osvaldo Rodríguez fumó durante más de 30 años de su vida. Hace casi 9 años que lo dejó. "Hice mi mejor demostración de lo que soy capaz de hacer en ese disco".

Su más reciente trabajo, Viva el amor, un trabajo discográfico que habla de todo lo bueno que tiene el amor. Él sabe de lo que habla porque lleva 44 años y un mes casado con su esposa.

Su próximo concierto será el sábado 19 de mayo en Havana Vice, a partir de las 9:30 p.m., al que estará invitada Lourdes Libertad, hija de Lourdes Torres, vocalista del cuarteto Los Modernistas. También estará en esa actuación del santiaguero Ramón Alejandro.

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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