Delia Otero habló sobre la muerte del joven cubano Raidel García Otero, que perdió la vida por negligencia médica en el penal de Valle Grande, en La Habana.
Durante una entrevista en el programa 1800 Online de Martí Noticias arremetió contras las autoridades carcelarias, que "ignoraron" los problemas de salud del fallecido.
El joven de 29 años se encontraba cumpliendo una condena cautelar en la prisión capitalina y fue trasladado al centro médico cuando, supuestamente, ya era demasiado tarde.
Su madre acudió al recinto penitenciario para recoger las pertenencias de su hijo y para tratar de encontrar respuestas al drama que está viviendo la familia.
Personas cercanas a Raidel en la cárcel relataron a la madre algunos detalles de lo sucedido. "Él estaba mal, pidieron que bajara la camilla que nunca llegó. Raidel se estaba ahogando, tuvo que pedir que le llevaron al consultorio médico. A causa del dolor que tenía en sus piernas tuvieron que acompañarlo", afirmó.
"Familiares de otro recluso me contaron que convulsionó dos veces y no hicieron absolutamente nada", añadió su progenitora.
"De haber sobrevivido tendría los pies amputados"
En este sentido Delia exoneró a los médicos que atendieron al joven en el hospital Salvador Allende (Covadonga). "Me explicaron que llegó en pésimas condiciones, quizás si lo hubieran llevado allí desde un principio hoy tendría a mi hijo conmigo", aseguró al citado programa.
"No merecía ni estar allí, ni sufrir una muerte tan triste. Pero si se hubiese salvado habría salido con los pies amputados y con una afectación cerebral muy grande", denunció.
García Otero se encontraba en estado de coma el pasado viernes 19 de enero, por una presunta actuación irresponsable de las autoridades carcelarias de la Isla. Su muerte se produjo el 23 de enero en el citado recinto hospitalario.
Delia acudió los días anteriores a Valle Grande para intentar ver a su hijo, pero no fue hasta el viernes 19 cuando le avisaron que estaba ingresado en el hospital. "Salí corriendo hacia el hospital, cuando llegué ya estaba en estado crítico y había sufrido un paro", indicó esta mujer.
"A un enfermo deben trasladarle rápido. Alguien tiene que hacerse responsable de los sucedido", advirtió.
Cartas de denuncia ante las autoridades cubanas
Delia confesó que ya ha entregado cartas de denuncia a las autoridades cubanas y a organizaciones de derechos humanos, mientras se mantiene a la espera de recibir los resultados de la autopsia.
"Para mí esto no es un caso político, sino humanitario porque entregué a mi hijo vivo y me lo devolvieron muerto", declaró Delia.
Por el momento lo único que ha recibido la familia de Raidel es el silencio de los responsables del establecimiento penitenciario.
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