En una operación dirigida a combatir la migración y el empleo ilegal en Rusia, diez ciudadanos cubanos fueron detenidos y posteriormente deportados tras ser sorprendidos en una redada en el mercado de Rodina, en Kazán.
Los detenidos, cinco parejas casadas, insistieron en que eran turistas y que su visita al mercado era parte de su itinerario turístico en Tartaristán, región conocida por su belleza y patrimonio cultural, según reporte del medio local KazanFirst.
El grupo fue arrestado por agentes del Ministerio del Interior ruso (FSB) y del Comité de Investigación, con el apoyo de la Guardia Rusa, en una operación que se centró en un almacén de perfumes dentro del mercado.
A pesar de sus afirmaciones de estar en el país bajo el régimen que permite a los cubanos permanecer en Rusia hasta por 30 días sin necesidad de visa, las autoridades procedieron a su detención.
Durante la investigación, se presentaron dificultades lingüísticas ya que los detenidos no hablan ruso, lo que obligó a los agentes a utilizar un traductor en línea para comunicarse. Los turistas, que habían llegado a Rusia hace apenas tres semanas, enfrentaron acusaciones de violar las normas de estancia y realizar actividades laborales sin permisos adecuados.
El Tribunal de Distrito Sovetsky de Kazán no tuvo clemencia y dictaminó la deportación inmediata de los cubanos a su país natal.
Según la sentencia, los hombres y mujeres fueron separados; ellas fueron enviadas al Centro de Detención Temporal en Naberezhnye Chelny, mientras que ellos quedaron retenidos en un centro especial en Kazán antes de su traslado a Chelny para la deportación.
La abogada Linara Generalova explicó que los ciudadanos cubanos tienen la opción de apelar la decisión del tribunal en los próximos días. Desde el centro de detención especial donde están recluidos, podrán redactar y enviar una queja para intentar revertir la decisión de deportación.
La detención de los cubanos se enmarca en un esfuerzo más amplio por parte de las autoridades rusas para fortalecer el control de la migración ilegal y las actividades laborales no reguladas de extranjeros en el territorio.
Las autoridades han intensificado sus esfuerzos en las últimas semanas, realizando numerosas redadas en distintos puntos de Tartaristán, incluyendo almacenes y obras de construcción. Estas redadas han resultado en la verificación de más de 300 ciudadanos extranjeros y la expulsión de 53, en su mayoría provenientes de Uzbekistán y Tayikistán.
Razones del aumento del flujo migratorio cubano hacia Rusia
Este incidente pone de relieve las tensiones migratorias que suponen la creciente arribada de cubanos a Rusia, país al que pueden viajar de turismo sin necesidad de visado. Sin embargo, tras esta facilidad acordada entre ambos gobiernos, se desplaza una variopinta cantidad de cubanos que viajan a Rusia por otros motivos.
Unos van en busca de trabajo en ese país, otros viajan como “mulas” para proveerse de mercancía que luego revenden en Cuba, muchos utilizan Rusia como trampolín para sus peripecias migratorias, ya sea para llegar a países de la Unión Europea, o incluso a Estados Unidos.
Sin embargo, en los últimos dos años, también se ha abierto una compuerta que ha llevado a muchos jóvenes cubanos a migrar a Rusia. Se trata de la invasión de Ucrania y la contratación de cubanos como mercenarios al servicio del ejército ruso, a cambio de un salario y la posibilidad de obtener la ciudadanía de ese país.
La tapadera para este tráfico de personas (los cubanos se enrolan en su gran mayoría por necesidad y no por “ideales”) la proporcionan redes de personas que se dedican a ofertar “contratos de trabajo”, mayoritariamente en la construcción, y que terminan dejando a los cubanos con uniforme y armas en el frente de batalla.
Las denuncias de este tráfico aparecidas en redes sociales apenas han provocado una hipócrita y tímida reacción por parte de las autoridades cubanas, que dijeron haber desmantelado una red de 17 personas que operaba en Cuba para tales fines, pero de cuya instrucción y proceso penal no se han vuelto a tener noticias.
Mientras tanto, el aumento de vuelos de aerolíneas rusas a Cuba, justificado como itinerario atractivo para el turismo de ese país, sigue sirviendo de cobertura para la salida de miles de jóvenes cubanos que escapan de la miseria y falta de oportunidades en Cuba, desinformados y manipulados por el régimen cubano acerca de la invasión ordenada por Vladimir Putin sobre Ucrania.
Una salida que resulta imposible e inimaginable que las autoridades cubanas no estén detectando. El régimen totalitario de La Habana, cada vez más dependiente de Moscú para sortear las consecuencias de su pésima, opaca y corrupta gestión de su economía socialista, ha protagonizado en los últimos tiempos una estela de eventos bochornosos de entreguismo y sumisión a los dictados del Kremlin, muchos de los cuales llevan el ropaje de la “cooperación” militar.
La noticia de KazanFirst identificó al grupo de cubanos detenidos y con orden de deportación como “visitantes exóticos” El artículo salió publicado con el siguiente titular: “Hola Fidel: 10 turistas cubanos deportados tras redada masiva en Kazán”.
El curso de la guerra en Ucrania y del liderazgo de Putin podrá influir en ese flujo de “visitantes exóticos” provenientes de una nación donde la ciudadanía se distancia cada vez más de la llamada “revolución”, del dictador Fidel Castro y de su “continuidad”.
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