Cortesía de Omer Pardillo Cid

Celia Cruz no era consciente de su enorme fortaleza física hasta que la gente empezó a preguntarle cómo lo hacía. Ella solía contar que hubo años en los que tras una hora de concierto le dolía la espalda, pero hacia el final de su carrera, su marido, Pedro Knight, le decía: "Has estado cantando una hora y media" y ella ni se había dado cuenta.