Cortesía de Omer Pardillo Cid

Cuenta Pedro Knight que cuando vivían en Nueva York tenía que levantarse a las seis de la mañana para llevar a Celia Cruz a la peluquería. De allí la recogía a las cinco de la tarde y luego por la noche se la encontraba tirada de medio lado en la cama, sin querer apoyar la cabeza para no despeinarse.