Su obra, en la voz de otros intérpretes alcanza igualmente éxito confirmando que el compositor no sólo escribe éxitos para si mismo. Rocío Dúrcal hizo historia y consiguió su primera nominación al Grammy con el tema Amor eterno (1984), y posteriormente, en 1986, con temas como "Quédate conmigo esta noche" y "La guirnalda". Lucha Villa pegó fuerte en México y América Central con "No discutamos", "Tú a mí no me hundes" y "Ya no me interesas" (1986). Daniela Romo llegó a los primeros lugares con "De mí enamórate" y "Dímelo" y Lucía Méndez con "Un alma en pena" (1988).