Carnavales y comparsas

Una de las más viejas tradiciones de Cuba son los carnavales, de los cuales los más famosos han sido los de Santiago de Cuba y La Habana.

Cada año estos festejos son esperados por miles de personas, deseosas de disfrutar del agradable espectáculo que ofrece el desfile de carrozas alegóricas y comparsas, en una mezcla explosiva de alegría y color para todos los gustos.

Los carnavales tienen sus raíces en siglos pasados durante las celebraciones del día del Corpus Christi y la Epifanía, cuando los negros esclavos organizaban danzas y marchas colectivas.

Autorizados por sus amos españoles, los esclavos africanos disfrutaban algunos días de asueto una vez al año, además de que cada seis de enero o Día de Reyes se les permitía reproducir los cantos y danzas de sus tierras nativas.

En el caso de la capital, las fechas han ido variando con el tiempo, en los últimos años se han celebrado en los meses de verano, aunque se dice que volverán a febrero y marzo.

Este torbellino de música, ritmo y color es animado por comparsas con tradiciones de años, entre las que figuran La Jardinera, la Giraldilla de La Habana, Guaracheros de Regla, Los Marqueses de Atares, Las Bolleras y El Alacrán. En sus evoluciones se unen el intenso color, danzas tradicionales y ritmos criollos, acompañados del tambor y el agudo sonido de la corneta china.

La comparsa es la máxima expresión del carnaval, al decir del sabio Don Fernando Ortíz.

Muchas de esas agrupaciones, que tienen sus orígenes en barrios habaneros, preparan a su relevo en los niños, para los cuales también hay lugar en los festejos del carnaval.

Cada año los espectadores se convierten durante el desarrollo de las fiestas en participantes activos, pues la contagiosa música interpretada por los grupos populares más selectos de la isla y los pegajosos estribillos constituyen un llamado a la danza.

Los desfiles por el paseo del Malecón capitalino tienen también entre sus principales atracciones a los llamados "Muñecones", enormes figuras que representan a los más diversos personajes, además de los faroleros, artistas que se integran al espectáculo portando aditamentos multicolores que hacen girar de forma continua al compás de la más delirante conga.