Vivir para ver y ver para creer, reza un viejo refrán popular, que es usado en disímiles circunstancias de la vida, el cual es bien aplicable al béisbol. Pero les digo más, de la misma forma que finalizó la fase semifinal de la temporada pasada, entre Santiago de Cuba y Villa Clara, comenzó esta, entre ambos equipos, en la que las avispas de Antonio Pacheco volvieron a salir por la puerta ancha, por segundo día consecutivo, por la vía del nocaut beisbolero, pizarra final de 23 carreras por 12, en partido, efectuado en el parque Guillermón Moncada, ubicado en la segunda ciudad en importancia del país. En un juego que comenzó a las cinco de la tarde, y finalizó casi a las diez de la noche, como para nunca acabar, los montañess dispararon 23 inatrapables, cuatro de ellos cuadrangulares, mientras que los del centro del país, no se quedaron atrás al conectar 17. Como se puede apreciar, por parte de uno y otro equipo, el pitcheo dejó mucho que desear, y como es natural ganó el que con más oportunidad bateó. Los naranjas de Víctor Mesa hicieron saltar del montículo al abridor Osmel Cintra y al primer relevista Osmani Tamayo, en la segunda entrada, cuando lograron fabricar racimo de seis carreras, producto de igual número de imparables, una base por bola y un debol. Lo que parecía un respiro para el iniciador Juan Yasser Serrano, se tradujo en todo lo contrario, pues la reacción de los rojinegros fue asombrosa al lograr un rally, nada menos, que de 15 carreras, récord para juegos de play off, en una entrada. Pero este capítulo que no es el de la suerte, ni mucho menos, estuvo matizado por más de una marca. La entrada la abrió Alexei Bell con largo jonrón por el jardín izquierdo. La sensación del bateo cubano, en este mismo episodio, fue dos veces más al bate, y en ambas conectó de hit. Los seis primeros serpentineros que desfilaron por la lomita villaclareña, incluyendo el abridor, no lograron sacar out. En resumen, los ganadores en esta entrada dispararon 13 imparables. Luego sumaron tres en el tercero, con destaque para Luis Miguel Navas al sacar la bola del parque. Dos en el cuarto, con el segundo batazo de cuatro esquina del torpedero oriental, igual cantidad en el quinto y la última en el sexto por película de cuatro esquinas de Ronnier Mustelier. Pese al desproporcionado marcador, los azucareros siempre dieron señales de vida, hasta el último aliento, al pisar el plato dos veces en el cuarto, agregaron una en el quinto, por bambinazo del joven Julio César Ramírez, dos en el sexto y la número 12 y última en el séptimo. A nueve se elevó el número de lanzadores que desfilaron por el box anaranjado, en tanto por la trinchera contraria lo hacían cinco. Ahora la serie entre villaclareños y santiagueros se traslada al estadio Augusto César Sandino, con una ventaja potencial de dos victorias por cero a favor de los discípulos de Antonio Pacheco, en un play off que es de siete juegos para ganar cuatro. En el momento de redactar estas líneas se habían iniciado las acciones por la Zona Occidental, y el equipo de Sancti Spíritus derrotaba a Pinar del Río, 1 x 0, en dos entradas completas.
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