|
30/05/2008 - 1:38pm (GMT-4)
Cuba abrió la puerta a la inversión en su sector agrícola a la
Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa) con un proyecto
para el cultivo de alrededor de 40.000 hectáreas de soja que aún está
en fase de estudio.
En la primera jornada de una visita oficial de dos días a Cuba, el
canciller brasileño, Celso Amorim, firmó hoy con su homólogo cubano,
Felipe Pérez Roque, un acuerdo "para la implementación del proyecto de
asistencia técnica para la producción de soja en Cuba".
Pérez Roque subrayó que este acuerdo permitirá a Cuba "acceder a la
experiencia, a la asesoría del Embrapa y de otras instituciones
brasileñas en el cultivo de la soja, en un momento especialmente
decisivo para la producción de alimentos en nuestro país y en el mundo".
Amorim había destacado con anterioridad, durante un encuentro con
empresarios de ambos países, la colaboración brasileña en la producción
de la oleaginosa y dijo que "será un nuevo momento del desarrollo de
Cuba".
El ministro cubano de Comercio Exterior, Raúl de la Nuez, indicó en
declaraciones a periodistas tras ese encuentro empresarial que se trata
de "un proyecto muy incipiente", aún en la fase de estudio, pero
confirmó que en el pasado "no hay" experiencias de este tipo de
inversiones extranjeras en el sector.
"No, no hay. Tuvimos cierta colaboración con empresas extranjeras en
la producción citrícola (...), creo que es el único caso que recuerdo",
dijo De la Nuez, en referencia a la participación de una empresa
israelí en la producción de esa planta en los años 90.
"Los técnicos de Embrapa vinieron a Cuba, han recogido la
información y están evaluando las características de los terrenos para
ver qué semillas son las más adecuadas", explicó el ministro.
Agregó que "inicialmente se están hablando de unas 30.000 o 40.000
hectáreas, pero con posibilidades de irlo extendiendo", aunque
puntualizó que la ampliación de esa superficie habrá que hacerla "poco
a poco porque no es algo que se cultive en Cuba".