| 16/07/2008 - 12:43pm (GMT-4)
Esmerados
trabajos de restauración se realizan a la Grajita de Siboney bajo la
responsabilidad de obreros de la Oficina del Conservador de la Ciudad y
del Centro Provincial de Patrimonio, por ser uno de los principales
sitios vinculados a los sucesos del 26 de julio de 1953. Trabajos
de carpintería, plomería, albañilería, pintura interior y exterior y
cambio del guión de la actual muestra expositiva, son acciones que se
realizan al local que sirvió como punto de concentración y partida a
los jóvenes de la Generación del Centenario dirigidos por Fidel para
asaltar la fortaleza del Moncada. Para
la celebración del Día de la Rebeldía Nacional el Museo Granjita de
Siboney incluirá en sus muestras el auto utilizado en el asalto por
Abel Santamaría Cuadrado, segundo jefe de la acción revolucionaria,
nuevas fotografías de Ernesto Tizol, Fidel y Raúl, además de paneles
con novedosa información sobre los preparativos para la toma del
cuartel, la retirada y la captura de Fidel en las estribaciones de la
Gran Piedra, el primero de agosto de 1953. Hace
55 años este inmueble se llamaba Villa Blanca y era propiedad de José
Vázquez, un comerciante santiaguero que comenzó a construirla en 1944
con el propósito de convertirla en una finca de recreo. Tres
meses antes de la heroica acción, una mañana de los primeros días de
mayo de 1953, Fidel Castro y Ernesto Tizol, uno de los asaltantes al
Moncada la recorrieron y comprobaron que servía para los objetivos
revolucionarios. El
propósito de Tizol era establecer en ella una granja avícola como
cobertura, lo que facilitaría los planes de Fidel de enviar así
paquetes de alimentos para pollos, que realmente contenían armas,
municiones y uniformes. La
Granjita de Siboney, como se inscribe en la historia a partir de 1959,
mantiene los colores blanqui-rojo y en su entrada, como centinelas que
custodian celosamente la reliquia histórica, existen dos pinos y dos
arbustos de jazmín que esparcen, por el lugar, su suave aroma. También
se encuentran las banderas cubana y del movimiento 26 de julio, y las
paredes delanteras de la casa están agujereadas por la metralla de los
guardias de la tiranía, quienes pretendieron de esta forma justificar
el asesinato de seis de los combatientes que fueron encontrados en las
márgenes del rió Carpintero y llevados a la Granjita, con lo cual
intentaron hacer evidente un combate que nunca existió. Catorce
kilómetros por la carretera que conduce a la Playa de Siboney, separan
a la Granjita de la ciudad de Santiago de Cuba. A ambos lados de la
vía, 26 monumentos indican la ruta seguida por Fidel y sus compañeros,
apareciendo en ellos los nombres y oficios de los mártires de la gesta
del Moncada. Fuente: Radio Rebelde