Dayron Robles, recordista mundial de los 110 metros con vallas, junto a la también vallista Anay Tejeda y el entrenador de ambos, Santiago Antúnez, acaban de establecer en La Habana su base final de entrenamiento rumbo a los Juegos Olímpicos de Beijing. La noticia constituye una sorpresa. Mas, el retorno desde Europa a la capital antes del viaje a la sede olímpica estaba delineado en los planes. «Me siento bien. Continúo el trabajo y poder reencontrarme con la familia es algo estimulante desde el punto de vista psicológico,» dijo este joven de 21 años. Precisamente su gran rival, el chino Liu Xiang, ganó la medalla de oro en Atenas con esa edad y cuatro años después el espigado moreno no descarta la posibilidad de conseguir un resultado similar en Beijing. «Ganar en mi primera incursión olímpica es una posibilidad real. Trabajo para lo mejor y ello se traduce en la victoria. Siempre trato de estar en finales; después todo puede suceder,» agregó. Dayron calificó de «buenísimas» las relaciones con su colectivo. «Hemos tenido satisfacciones insospechadas pero pienso que lo mejor está por venir,» argumentó sonriente. Dijo compartir plenamente el criterio médico basado en que él posee muchas posibilidades por explotar y puso un ejemplo elocuente. «Cuando implanté el récord mundial me tomaron una foto junto a la pizarra que marcaba los 12.87 segundos. El último número está tapado con mi mano; no fue intencional, pero esa foto puede decir muchas cosas, solo sé que puedo llegar». Confesó que el tiempo de reacción en la arrancada jamás ha sido una preo-cupación que le quite el sueño. «Lo más importante es hacerlo duro y con fuerza porque el resto se forja sobre la marcha». Relató que el cercano compromiso le exige mucho trabajo en pos de la perfección y espera que todo salga bien. El ídolo del Guaso se considera tanto un velocista como un corredor técnico sobre las vallas. «Me autodefino como un hombre que ataca los obstáculos y le encanta alcanzar la mayor velocidad posible». Preparado para mucho más Para el entrenador Santiago Antúnez no hubo sorpresa en los resultados, tanto de Anay Tejeda al batir el récord nacional con 12 años de vigencia en los 100 metros con vallas, como el tope mundial fijado por Dayron Robles en Ostrava. «Ambos han sido objeto de pruebas médicas, psicológicas y con el fisioterapeuta, por eso los buenos resultados forman parte de lo esperado», puntualizó. Tanto en 2007 como este año hemos apreciado cómo Dayron Robles ha mantenido resultados de excelencia durante más de seis meses. ¿Estamos en presencia de un superdotado? Antúnez es preciso: «Los criterios acerca de la forma deportiva han variado mucho. Nosotros entrenamos a nivel de competencia; por ejemplo, cuando Dayron corre sobre 13.35 no hace un esfuerzo adicional porque se empleó al 92 o 94 por ciento». Amplió que así no está sometido a altas intensidades y ello posibilita apreciar técnicamente la carrera desde distintos ángulos, por eso la cuestión no radica solo en entrenar du-rante largos períodos tras un solo objetivo. Antúnez mostró admiración por la madurez y experiencia alcanzada por su alumno quien este año ha derrotado a los rivales de mayor rango con excepción del chino Liu Xiang, dedicado exclusivamente a entrenar y entrenar. «Todo no es entrenamiento. Hay cuestiones humanas a tener en cuenta y estoy convencido de que este breve retorno al terruño y la posibilidad del reencuentro con sus familiares propiciará que Dayron salga hacia Beijing más fortalecido desde todo punto de vista», puntualizó su entrenador. Pies sobre la tierra La convicción de luchar sin desmayo para avanzar lo más posible en la prueba de 100 metros con vallas fue ratificada por Anay Tejeda, quien se siente más segura de sus potencialidades luego de implantar récord nacional de 12.61 segundos y borrar el primado anterior con vigencia de 12 años. Anay ha mostrado resultados sostenidos durante esta temporada europea sin embargo su mejor siega se produjo durante el Campeonato Centroamericano y del Caribe disputado en Cali, Colombia, a principios de julio. «Quien aspire a ganar en Beijing deberá correr sobre los 12.45, un tiempo todavía lejano para mí aunque esté muy motivada por el privilegio de intervenir en unos Juegos Olímpicos», analizó la joven velocista. Tanto la propia Anay como Dayron y Antúnez se sintieron admirados por tener la dicha y el privilegio de estrenar la nueva pista sintética del Estadio Panamericano.
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