Cada año se diagnostican en Cuba más de 2 200 nuevos casos de cáncer
de mama y las edades más avanzadas, de 50 a 64 años, son las de mayor
riesgo, mientras que solo el uno por ciento de los que padecen esta
afección corresponde al sexo masculino.
Lo anterior fue anunciado en el recién finalizado Taller Provincial
de Afecciones de Mama de Ciudad de La Habana por la doctora María
Caridad Rubio Hernández, jefa del servicio de Mastología del Instituto
Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR) y presidenta del Programa
Nacional de esta enfermedad en el MINSAP.
La especialista aseguró que el cáncer de mama es la segunda causa de
muerte, después del cáncer del pulmón, ocupa el primer lugar en
incidencia y el segundo en mortalidad de los que afectan a la mujer
cubana; no obstante, es controlable y curable si se detecta a tiempo.
En Ciudad de La Habana —una de las seis provincias con más casos— se
ha iniciado un pesquisaje que se extenderá de los municipios de mayor
incidencia, al resto de los territorios. Villa Clara, Santiago de Cuba,
Holguín, Guantánamo y Camagüey son las otras provincias más afectadas.
«A través del reporte al Registro Nacional de Cáncer se ha logrado
identificar cuáles son las regiones con mayor morbi-mortalidad, a los
efectos de priorizar el equipamiento necesario para el diagnóstico
temprano y el correspondiente tratamiento», explicó la especialista.
La mujer adulta debe hacerse un autoexamen de sus mamas
mensualmente, pero la realización de la mamografía en un centro de
salud es capaz de diagnosticar lesiones aún no palpables ni por ella
misma, ni por el médico, lo que disminuirá los altos índices de
mortalidad.
Los orígenes o causas del mal son multifactoriales. La vida
sedentaria y la gordura, la ingestión de alcohol y el consumo excesivo
de grasa son los factores de riesgo «modificables» a través de acciones
de educación y promoción de salud que contribuyen a cambiar el estilo
de vida.
«El sobrepeso y la obesidad mantienen elevados niveles de grasa en
el organismo, los cuales determinan un aumento de hormonas circulantes
en sangre que puede favorecer la formación de los tumores benignos o
malignos, explicó la doctora.
«El arsenal terapéutico de Cuba hoy es comparable al de países
desarrollados, pero el mayor énfasis debe ser preventivo, educativo y
de divulgación para el control del riesgo, sabiendo que a más temprano
diagnóstico, más posibilidades hay de evitar males mayores», puntualizó.
Fuente: Juventud Rebelde
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