El sacerdote criptanense, que fuera párroco de Santa María La Mayor de Alcázar
de San Juan y nombrado Hijo adoptivo de esta ciudad, Vicente Manzaneque
continuará su labor sacerdotal en Cuba, tras su jubilación en España.
En
declaraciones a Lanza, Don Vicente señaló que ha tomado esta decisión después de
haber estado en el país caribeño en la consagración del obispo de Cienfuegos, el
alcazareño, Domingo Oropesa, y después de una visita posterior en la que el
mencionado obispo, le planteó suplir en una parroquia durante el verano a un
sacerdote joven que se había ido a estudiar a Roma.
Por este motivo, durante
el verano ha estado atendiendo una parroquia grande en la demarcación de
Cienfuegos que con una extensión similar a la provincia de Ciudad Real, sólo
cuenta con unos 14 sacerdotes.
A pesar de que Don Vicente tiene 80 años,
“creo que puedo hacer algo más que pasear por la Castelar”, por lo que se va el
día 8 de noviembre con un billete cerrado puesto que no tiene intención de
volver hasta el verano “si la salud me lo permite”, pero “el Señor me está dando
una salud sorprendente y yo creo que me quiere decir que vaya”.
Durante su
estancia en Cuba, Don Vicente ha comprobado que la situación allí “está mal en
todos los sentidos”. Económicamente, la población cuenta con ingresos
“bajísimos” porque el salario medio de un cabeza de familia es de entre 8 ó 9
euros. La gente vive con cartilla de racionamiento para conseguir los artículos
de primera necesidad. Socialmente, “la gente está tranquilita y es
pacífica”.
Respecto a la Iglesia existe una gran carencia de sacerdotes, la
mayoría de los que hay son extranjeros y los seglares han tenido que asumir
muchas tareas que en España desarrollan los curas.
Su función en Cienfuegos
responderá a la encomienda del obispo de una parroquia grande, además de visitar
enfermos, gente pobre y pondrá en marcha “cosas que no existen”, todo ello con
la ayuda de seglares.
Después tiene previsto montar una especie de centro
vocacional y atender espiritualmente a los que se están preparando para diáconos
permanentes.
Los cubanos asisten a misa con frecuencia, después de salvar la
persecución que han sufrido durante cuarenta años por este motivo por la
interpelación del Papa con el comandante, Fidel Castro, que “ha conseguido que
ahora haya una situación de respeto mutuo”.
Don Vicente se enfrenta a este
nuevo reto sin miedo, “porque no le he tenido nunca y ahora tampoco”. En este
sentido, agregó que ha tenido muchos peligros de muchas maneras y ahora, como en
otras ocasiones, “tengo una confianza tan grande en Dios que sé que Él me
ayudará”, concluyó.
Fuente: Lanza Digital
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