| 24/11/2008 - 6:51am (GMT-4)
Antón Arrufat, Premio Nacional de
Literatura, destacó aquí la trascendencia literaria del narrador
mexicano Sergio Pitol en la clausura del homenaje que durante esta
semana le ofreciera Casa de las Américas. Arrufat recordó en la presentación del libro Nocturno de
Bujara el largo peregrinar del escritor por tierras de Europa, donde
bebió de la fuente original de los clásicos y fungió durante un cuarto
de siglo como diplomático de su país. Este perfecto violador de fronteras geográficas y culturales
–como le definiera Arrufat- conjuga con destreza los géneros del relato
y el ensayo, las memorias, el diario y las crónicas de viaje en un
texto de lectura deliciosa. Refirió la costumbre del laureado escritor de fechar
cronológicamente sus relatos, dejando de este modo huellas visibles de
su quehacer en este mundo a través de personajes y situaciones que le
identifican. Nocturno de Bujara, una compilación de narraciones, fue
escrito entre 1979 y 1980 en Moscú, durante una de esas fiebres
creativas que al autor suelen darle, según confesara el propio Pitol
durante su homenaje en esta capital. Los cuentos se titulan Nocturno de Bujara (nombre del libro)
Asimetría, Vals de Mefisto y El relato veneciano de Billie Upwar. El primero cuenta la historia de un joven pianista húngaro,
herido en un misterioso festín, fruto de la imaginación del narrador y
un amigo suyo, quienes viajan hasta Bujara, una ciudad de Asia,
declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Vals de Mefisto, por su parte, es el monólogo de una mujer
cuyo matrimonio está en crisis y ella descubre que el marido publicó un
relato de ficción en una revista y esta situación, por extraño que
parezca, la trastorna. El relato veneciano de Willie Upman trata sobre una joven
que estudia en Suiza y viaja con sus amigos a Venecia, pero un
resfriado la retiene en su habitación, y al recuperarse y salir sola a
la calle, le suceden extrañas aventuras. Asimetría narra la estancia del autor en Perú y el encuentro
con dos hermanas que nunca antes había conocido, quienes le acogen en
su apartamento y disfrutan juntos de anécdotas y recuerdos de familia,
hasta que… Esta última jornada de homenaje a Sergio Pitol en la Habana
concluyó con la venta de la obra a un público sediento de conocerle. Fuente: Prensa Latina