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Los turistas cubanos acuden en ayuda de la alicaída economía isleña

Las playas de fina arena y agua color turquesa lucen colmadas de turistas en el inicio de la temporada estival cubana. Pero, a diferencia de otros años, los veraneantes cubanos parecen competir en presencia con los extranjeros en los hoteles y restaurantes de los centros turísticos de la isla.

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Este artículo es de hace 12 años

Las playas de fina arena y agua color turquesa lucen colmadas de turistas en el inicio de la temporada estival cubana. Pero, a diferencia de otros años, los veraneantes cubanos parecen competir en presencia con los extranjeros en los hoteles y restaurantes de los centros turísticos de la isla. Desde que en 2008 el gobierno de Raúl Castro abrió las puertas de los polos turísticos a los cubanos -hasta entonces reservados sólo para extranjeros con divisas-, el turismo interno ha ido creciendo de manera exponencial. "Pasaré el fin de semana con mi esposa en un hotel de Miramar y tres o cuatro días de la próxima semana en Varadero", dijo a dpa un profesional cubano que trabaja para una empresa extranjera, en un plan que hasta hace un par de años era impensable para un cubano. Aunque las atracciones turísticas han dejado de ser un tema tabú para los cubanos, no siempre están al alcance de todos debido a que los paquetes más económicos de un fin de semana cuestan el doble de un salario mensual promedio. Pero sí están al alcance de los miles de emigrados que llegan a la isla para visitar a sus familiares y de los residentes que trabajan en los negocios por cuenta propia. Aunque no existen cifras oficiales, el analista económico Ariel Terrero dijo a la televisión cubana que los residentes y emigrados se han convertido ya en el segundo grupo emisor detrás de Canadá, país que aportó en 2010 más de 945.000 visitantes sobre un total de 2,5 millones de turistas. "Detrás de los canadienses están los cubanos", afirmó Terreros, quien atribuyó el incremento a la apertura del gobierno de Raúl Castro y a la decisión de la administración de Barack Obama de flexibilizar las restricciones para viajar a Cuba. Se estima que unos 300.000 emigrantes cubanos han visitado la isla durante 2010, una cifra que según las autoridades locales podría aumentar este año a 400.000 visitantes. El turismo es una de las fuentes principales de divisas del país, junto con las remesas, y uno de los pilares de las planes del gobierno para superar la crisis y oxigenar a la alicaída economía cubana. La industria ha permitido al país captar el año pasado más de 2.200 millones de dólares y dar trabajo a 110.000 personas. Es previsible que el volumen de turistas supere en 2011 "de forma importante" al de 2010, no sólo en lo que hace a los visitantes foráneos, sino también a los cubanos que viven dentro y fuera de Cuba, pronosticó Terrero. Según informes oficiales, el flujo turístico aumentó en los cinco primeros meses del año un 11,3 por ciento, mientras que en el principal polo turístico del país, Varadero, a 140 kilómetros al este de La Habana, el aumento en el primer semestre del año fue del 12 por ciento. Cuba cuenta en la actualidad con 52.000 habitaciones en 334 hoteles -el 62 por ciento de cinco y cuatro estrellas-, según dijo Carmen Casals, del ministerio de Turismo. Las autoridades cubanas están interesadas en fomentar el turismo interno para compensar la caída de los flujos provenientes de Europa como consecuencia de la crisis económica. Detrás de Canadá, los principales países emisores en 2010 fueron Reino Unido, con 174.000 turistas; Italia, con 112.000; España, con 104.000; Alemania, con 93.000, y Francia con 80.000 visitantes. Terrero dijo que "muchos cubanos desconocen las posibilidades que tienen para disfrutar del turismo" e instó a las autoridades a desarrollar un trabajo comercial dirigido a turismo interno, no sólo a través del perfeccionamiento de la comercialización sino de una revisión de los precios. Sin embargo, las esperanzas cubanas podrían verse truncadas si prosperan las enmiendas promovidas en el Congreso estadounidense por el legislador republicano cubanoamericano Mario Díaz-Balart para restringir nuevamente los viajes a Cuba. Y en este tema, el gobierno cubano ha encontrado aliados incluso entre grupos disidentes, que rechazan las enmiendas promovidas por Díaz-Balart, porque, a su juicio, afectan más al pueblo cubano que al régimen. "Llamamos al exilio a que ayuden y combatan esto", dijo Francisco Chaviano, miembro del grupo opositor ilegal Agenda para la Transición. Fuente: Diario Digital nuestro País

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