Las brigadas de estudiantes cubanos que aportaban parte de sus vacaciones a tareas económicas y sociales del país, han quedado sin efecto debido a la inviabilidad de esas movilizaciones en un contexto de reordenamiento económico. El periódico Juventud Rebelde recordó hoy que las Brigadas Universitarias de Trabajo Social (BUTS), como las Brigadas Estudiantiles de Lucha contra el Aedes aegypti, nacieron en 1977 y echaron a andar los preparativos del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. Lo primero que salta a la vista es que ha pasado el tiempo, apuntó el rotativo, hoy las circunstancias son otras, y un análisis objetivo señala que en las condiciones actuales no resulta viable mantener, tal como fueron concebidas esas movilizaciones. Las campañas más recientes enviaban señales inequívocas, afirmó, entre ellas, desfavorable correlación gastos-aporte y tendencia decreciente en la demanda de fuerzas por los organismos receptores. Como agravante, añadió, el desestímulo sembrado de a poco por la certeza de que ni siquiera la mitad de los comprometidos serán llamados y, quienes participen, no hallarán mucho que hacer y sentirán que no vale la pena, que están perdiendo el tiempo. Qué sentido tendría entonces mantenerlas, como no sea obstruir lo que todos estamos en el deber de propiciar y defender, se preguntó el miembro del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas que atiende los sectores de Educación, Deportes y Salud, Yoel Pérez. Ello, indicó, es ese proceso de reestructuración y reordenamiento, incluso de la fuerza laboral, emprendido por Cuba para la actualización de su modelo económico. Significó que se trata de hacer lo que cada momento exige, de ahí la propuesta conjunta de la vanguardia política de la juventud cubana y las organizaciones estudiantiles y de pioneros, ya aprobada y en vigor, de dejar sin efecto toda esa gigantesca movilización nacional. Yoel Pérez enfatizó que la decisión para nada violenta, niega o implica renunciar al vínculo estudio-trabajo, principio que constituye un pilar esencial del modelo pedagógico cubano y que, lejos de debilitar, esta medida salvaguarda y fortalece. Las Brigadas Estudiantiles de Trabajo, las Fuerzas de Acción Pioneril, las BUTS o las BELCA nunca fueron ni pretendieron ser expresión única de un nexo, presente en el quehacer curricular y extracurricular del estudiantado de cada nivel y tipo de enseñanza, explicó. Agregó que algunas expresiones del vínculo estudio-trabajo son el período de práctica preprofesional de los estudiantes universitarios y de la enseñanza politécnica y de oficios, entre otros, todo lo cual permanece intacto y será perfeccionado. Lo acordado tampoco significa un adiós definitivo a las movilizaciones, subrayó el dirigente, quien confirmó que para la realización del Censo Nacional de Población en 2012 ya fue solicitada la participación de la juventud estudiosa. No renunciamos al vínculo del estudiante con una actividad productiva y social, ni siquiera como concepto desaparecen estas fuerzas, dijo, decimos adiós a ese costosísimo movimiento nacional, al derroche, a las movilizaciones masivas porque toca, no porque hace falta. Pero que nadie lo dude: para cuanto haga falta, esta Revolución podrá contar siempre con sus estudiantes y jóvenes, concluyó. Fuente: Prensa Latina
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