El Premio Nacional de Artes Plásticas 2007 recayó en el dibujante René de la Nuez, uno de los más sobresalientes humoristas cubanos de la segunda mitad del siglo XX. Un jurado, integrado por prestigiosos creadores y críticos y presidido por Pedro Pablo Oliva, reconocido el año pasado con ese mismo galardón, decidió distinguir a Nuez por haber aportado al imaginario popular, a partir de una rigurosa síntesis artística, entrañables símbolos de identidad y resistencia, como El Loquito, que representó el espíritu insurgente en tiempos de la tiranía batistiana, y los Barbudos, que han reflejado durante las últimas décadas la decisión de no claudicar frente a la hostilidad imperial. Este Premio, instituido en 1994 por el Ministerio de Cultura y el Consejo Nacional de las Artes Plásticas, es el más importante reconocimiento que se otorga en el país por la obra de toda una vida.
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