Las primeras lluvias de la primavera han provocado un fenómeno habitual en la Isla, las grandes marchas de cangrejos que atraviesan los montes circundantes a la Bahía de Cochinos para llegar hasta el mar, donde depositan sus huevos.
La estampa se repite al amanecer y al atardecer, momento en que estos animales salen hacia el mar trepando las paredes de las casas y cubriendo completamente la carretera alrededor de la bahía, lo que provoca que muchos mueran en su travesía.
El hedor del cangrejo machacado llena el aire y sus cáscaras afiladas perforan los neumáticos los coche, circunstancia que aprovechan algunos lugareños para obtener ingresos. Tal es el caso de Ito Molina, de 45 años, quien repara los neumáticos de los turistas. Según explicó, estos pagan alrededor de 10 dólares por la reparación de neumáticos, una ingente suma comparada con el salario estatal promedio de alrededor de 25 dólares al mes.
Para los remiendos Ito aplica condones, que son usados para distintos fines en Cuba debido a su bajo precio y su alta disponibilidad.
Sin embargo, no todos los cubanos reciben con agrado la marcha de los cangrejos. Edian Villazon, quien dirige una cabaña de comida frente al mar en la que no sirve carne de cangrejo señala: "Ellos entran (los cangrejos) 30, 40, sin que te des cuenta, y te molestan, son molestos porque tenemos mercancía que no se puede levantar (del piso)".
"Es un poco desgarrador, sobre todo porque son las hembras con todos sus huevos, te hace sentir algo", declaró Emilie Lannegrand, una de las turistas que ha sido testigo del viaje de los cangrejos.
En la Bahía de Cochinos, por su parte, además de los cangrejos se puede observar el 80% de las aves endémicas cubanas junto a cocodrilos y otras especies silvestres. Sus profundos pozos, los arrecifes de coral, y sus aguas turquesas la convierten en uno de los lugares de Cuba mejores para el buceo. Atraídos por la belleza de la zona, muchos turistas acuden a la zona.
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