A Yasiel Puig le disgustó un tercer strike en zona de duda. Molesto, lanzó el bate contra el suelo y el umpire no demoró en enviarlo a las duchas.
El público, ni corto ni perezoso, le prodigó varias rechiflas al astro cienfueguero. A pesar de que su brusco temperamento (este es un ejemplo) y su rendimiento inconsistente han puesto en duda tanto su titularidad como su permanencia en la franquicia de los Dodgers, el manager Dave Roberts no ha dudado en calificarlo como el mejor jardinero derecho de las Mayores en la actualidad.
Lo cierto es que el impresionante físico y el talento deportivo de Puig son de temer, pero a la larga su inmadurez mental para haberle cobrado cuentas durante todo este tiempo en el mejor beisbol el mundo.
Esperemos que, después de un debut promisorio, en esta temporada Puig pueda finalmente explotar.
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