Durante un partido entre Corea del Sur y Zambia, el mediocampista asiático Lee Sang-Ming sufrió una brutal caída tras chocar aparatosamente contra el hombro de un rival mientras disputaban un balón.
Al parecer, Sang-Ming se fracturó el cuello con el impacto y se desplomó, golpeándose luego la cabeza.
Inmediatamente, su compañero de equipo, Jeong -Tae-Wook, lo socorrió y le prodigó primeros auxilios, abriéndole la boca para evitar que Sang-Ming se ahogara con su propia lengua.
El partido se paralizó durante varios minutos, y terminó con victoria de los coreanos por 4 goles a 1.
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