El descenso de la calidad en el béisbol nacional es un fenómeno que no por conocido deja de ser doloroso. Paralelo a la fuga de los principales peloteros de la isla y a los pésimos resultados internacionales, un gigante mundial como el fútbol gana terreno en la preferencia de los aficionados cubanos.
Para peor, las noticias y la transmisión de partidos de Grandes Ligas es casi un asunto de Estado, de ahí que los niños y adolescentes prefieran a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, y no conozcan, ni por señas, a figuras como Mike Trout o Robinson Canó.
Sobre este tema versa el siguiente reportaje de Martí Noticias.
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