"Wild Horse" Puig demostró anoche por qué a pesar de avatares, chismes y diretes, es un jugador al que le cae de maravillas ese cartel de "Must C" o "Funny to Watch".
El cienfueguero aún intenta mantener contra viento y marea la chispa que mostró en su debut con los Dodgers en 2013,cuando fue llamado desde las menores. Este año, el talentoso joven se ha tomado bien en serio su papel, y le ha dado un espaldarazo a las declaraciones de su manager Roberts, cuando dijo que "(Puig) era el mejor right fielder de todas las Grandes Ligas"
Anoche, "Caballo Loco" regaló un atrapadón en la pradera derecha, robándose un jonrón con su mano enguantada, justo cuando la pelota caía del otro lado de las cercas.
Sin embargo, la mejor de todas tuvo lugar innings antes, cuando bajó un metrallazo pegado a la almohadilla de la tercera base y que el antesalista de los Cerveceros no pudo fildear bien, y debió ir tras ella en la zona de foul.
Justo al llegar a la segunda almohadilla, Puig se percató que la "esquina caliente" había quedado desocupada. Entonces recordó que el beisbol, más que nada, es un juego, que estamos en el llamado "Players Weekend", y que a veces hay que arriesgar. Puso el pie en el acelerador, y se fue hasta la base adonde llegó entre gritos y aplausos.
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