"Mi sueño es volver a jugar", declara Merlin, una niña que tuvo la suerte de participar en la clínica de fútbol que el Real Madrid ofreció en Cuba hace algunos meses, y en la que llegó a entrenar con el mismísimo Sergio Ramos.
Las llamadas "clínicas" consisten en una serie de sesiones prácticas y ejercicios para niños y adolescentes, con la finalidad de desarrollar habilidades futbolísticas y trabajar en equipo. En todo caso, se trata de fomentar una pasión por ese deporte a la que después se le debe dar una continuidad.
Sin embargo, este reportaje de El Toque incide en la consecuencia fallida de encender una pasión en el alma de un niño, y después decir "ya no más".
Según el testimonio de la madre de la pequeña, a pesar del entusiasmo derivado de la clínica, poco después en el colegio de Merlin se quedaron sin entrenador, y la pasión por el fútbol de su hija se tuvo que mudar a los parques, donde comparte con amigos del barrio sus experiencias y lo que aprendió en aquellas inolvidables jornadas.
Merlin sigue soñando con ser futbolista y cuenta con el apoyo de su familia, ahora solo falta el apoyo institucional para hacer realidad sus ilusiones.
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