Cuba es calor, es luz, es movimiento, pero sobre todo es ritmo: el de sus gentes sumergidas en plena cotidianeidad y el de su música….Inigualable ejercicio de identidad, en perfecta consonancia con el baile.
Del algún modo ambas forman una inseparable dicotomía que resume el “alma de la nación cubana”.
Cuba va cambiando en algunas cosas, pero su esencia rítmica y la raíz bailadora y divertida de su gente, ha sido y será la válvula de escape a la felicidad a todas horas, la que te pilla allí, donde menos te la esperas.
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