Otra semana más la lotería estadounidense POWERBALL no ha encontrado un afortunado ganador. El bote sigue aumentando y ha alcanzado ya los 1.300 millones de dólares, la mayor cantidad sorteada nunca en el país.
El millonario premio ha desatado una fiebre entre los ciudadanos que hacen largas colas para comprar papeletas para el próximo sorteo, que se celebrará este miércoles. Incluso los que nunca han participado no pueden quedarse sin números, todos quieren probar suerte. Soñar es gratis, dicen:
“Si ganara cogería unas buenas vacaciones. Abrir otro negocio, algo así. Y para caridad, eso no hay que olvidarlo”, dice un hombre.
“Bueno, tengo siete hijos, así que para sus estudios, lo primero, y pondría el resto aparte, daría dinero para caridad”, contaba una mujer.
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