Tras un sufrido recorrido que abarca décadas de represión y discriminación, en los últimos años en Cuba se han dado mayores libertades a los homosexuales, y eso ha conllevado todo tipo de expresiones de este colectivo, entre ellas los llamados “transformistas”.
A pesar de la homofobia que todavía subyace en la mentalidad de parte de la sociedad o instituciones en la Isla, los artistas “drag” son cada vez más libres para ofrecer sus espectáculos en clubes nocturnos de La Habana.
Mariela Castro ―hija de Raúl Castro y Vilma Espín― se menciona en este vídeo como una de las personas que en los últimos años ha venido desarrollando un movimiento en favor de los derechos de los homosexuales, lesbianas, bisexuales y transgéneros.
Mariela ha llevado adelante la labor de defensa de los derechos del colectivo LGBT y lo ha hecho desde el Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX), que dirige.
Aunque el colectivo LGBT ha visto en ella una especie de madrina ―y ciertamente lo ha sido― su trabajo no ha estado exenta de críticas, pues su apelación al respeto por la libertad sexual, no es coherente con el respeto a la libertad ideológica y política, que también sería esperable.
Sus declaraciones, por el contrario, han puesto de manifiesto siempre una total incondicionalidad al sistema político cubano y a sus máximos líderes (que además son su familia, claro).
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