Durante las protestas de este miércoles en Panamá, más de mil migrantes cubanos y africanos ingresaron a Costa Rica de manera forzada y fueron repelidos por la policía que los devolvió a territorio panameño.
El ministro de Seguridad de costarricense, Gustavo Mata, informó que los migrantes se amotinaron frente a las oficinas de la Dirección de Migración y Extranjería de Costa Rica donde irrumpieron de manera violenta para pasar a territorio tico y tomar la vía principal del puesto fronterizo de Paso Canoas.
En una declaración, el gobierno de Costa Rica recriminó el ingreso de los migrantes de manera violenta y aseguró que no tienen capacidad de atender nuevamente a más personas, ya que Nicaragua mantiene cerradas sus fronteras.
Costa Rica culpa a los Estados Unidos de esta situación por estimular la crisis migratoria al no eliminar las garantías legales que les permiten a los cubanos ingresar a ese país (Ley de Ajuste Cubano). Así lo afirmó el canciller Manuel González después de una reunión de emergencia con el presidente Luis Guillermo Solís.
"Se enviará una carta al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, para expresar el repudio de Costa Rica a la vigencia de la normativa estadounidense, que alienta a los migrantes a continuar un peligroso tránsito hacia ese país", declaró el canciller.
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