Ante la posibilidad de un registro inminente en la sede de las Damas de Blanco, algunos miembros de la organización opositora entre los que se encontraban Berta Soler y su esposo Angel Moya, lanzaron a la calle y destruyeron a martillazos sus equipos de trabajo para impedir que fueran confiscados por la policía.
"Supimos que la policía tenía una orden de registro para entrar lanzamos a la calle los equipos con los que hacemos nuestro trabajo, y los destruimos para que no fueran ocupados”, dijo Soler a Martí Noticias.
El vídeo publicado por Cubanet evidencia lo ocurrido el pasado domingo en la barriada de Lawton, La Habana.
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