Un joven cubano, nombrado Yosuandro Ochoa Leyva, comenzó a corear consignas en plena calle contra el régimen cubano, y al poco rato fue detenido por miembros de la Policía Nacional Revolucionaria.
Sus vecinos y amigos lo escoltaron mientras la policía se lo llevaba preso.
Los vecinos pedían que no lo golpearan (cosa que no hicieron los agentes del orden) y otros pedían que los soltaran (algo que tampoco hicieron los agentes del orden)
Instantes antes de ser montado en el carro patrullero, se comenzaron a escuchar gritos entre la muchedumbre de LIBERTAD. LIBERTAD, LIBERTAD.
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