En cuestión de horas los ciudadanos estadounidenses enviarán a la historia la etapa de Barack Obama como presidente de EEUU y elegirán a Trump o Clinton para abrir una nueva etapa.
Pero en la elección del presidente número 45 tendrán mucho que decir los llamados estados-péndulo, lugares donde el Partido Demócrata y la formación republicana han alternado las victorias sin que haya un predominio marcado.
Se trata de Colorado, Florida, Iowa, Michigan, Nevada, New Hampshire, Carolina del Norte, Ohio, Pennsylvania, Virgina, Wisconsin. Ninguno de ellos se puede asociar como un feudo de históricos triunfos para un determinado signo político.
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