El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue uno de los mandatarios que habló en el acto de tributo a Fidel Castro, que tuvo lugar ayer 29 de noviembre, en La Habana.
Maduro, que habló inmediatamente después del nicaragüense Daniel Ortega, inició su discurso alabando la "impresionante manifestación de amor del pueblo de La Habana y de Cuba".
En otro momento de su intervención, se dirigió directamente al fallecido Fidel, y afirmó:
"Fidel, tu obra es el faro que iluminará por siempre a los pueblos del mundo. Y con el concepto de revolución, lo juramos desde el alma, lo haremos. Seguiremos el camino victorioso".
Y apuntó:
“Cuenta con Venezuela: hoy, más que nunca, juntos para seguir transitando los caminos y abrirle el horizonte al siglo XXI”.
En una parte de su discurso, Maduro, quien sabido es que a menudo se inventa palabras y hasta conceptos o etimologías (ver la de adolescente), no dudó en precisar que la Plaza de la Revolución estaba “desbordaba de amor fideliano”.
“Fideliano” no es un término que esté incluido en el Diccionario de la Real Academia Española.
En todo caso, poco importa este aporte mientras no se cumpla ese insólito rumor que por estos días apunta a que Cuba podría cambiar de nombre...Eso sí estaría duro de asumir.
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