Varias horas después de que fueron enterradas las cenizas de Fidel Castro en el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, los vecinos que se habían desplazado hasta allí permanecían junto al cementerio, no querían abandonar los restos mortales del Comandante.
Durante largo tiempo estuvieron repitiendo consignas habituales estos días como ¡Viva Fidel! o ¡Todos Somos Fidel!
En este sentido, uno de los vecinos que se desplazó para despedir a Castro declaró: "Fidel Castro se va como un gigante pero no un gifgante cualquiera".
Pese a que muchos se desplazaron hasta el cementerio pensando en acudir al entierro del que consideran su líder, la ceremonia de inhumación tuvo un carácter privado.
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